Menos aún, teniendo en cuenta que la norteamericana vive actualmente su particular relación con PSA (con sus más y sus menos, todo hay que decirlo) y no están para muchas gaitas.
¿Qué perseguía Marchionne con esos deseos aireados en la prensa? Cuentan en Italia que esperaba conseguir Opel a precio de saldo, como le ocurriera con Chrysler en su día, y quizá las palabras de aquel bocachan analista de Morgan Stanley le dieron al CEO de Fiat una falsa pista sobre lo que le podría deparar el futuro. Claro, que si tenemos en cuenta que con sus fábricas europeas quiere exportar a América porque aquí le sobran las unidades, tampoco es que cuadre mucho esa sed de producción en el Viejo Continente. En fin, algo anda revuelto en la industria automovilística europea, y es cuestión de tiempo que esto se materialice en un cambio.
Vía | Automotive News, Il Sole 24 ore En Motorpasión | Opel, bajo la lupa de Morgan Stanley