Los Presupuestos Generales de 2021 (PGE) ya han sido aprobados por mayoría en el Congreso de los Diputados, e incluyen un paquete de reformas fiscales en las que finalmente queda fuera la subida al diésel recogida en el borrador presentado en octubre.
Esto se traduce en que este carburante seguirá grabado a 30,7 céntimos por litro, no incrementándose a los 34,5 céntimos por litro propuestos inicialmente. El objetivo del Gobierno era el de hacer una equiparación progresiva a la gasolina que se fija en 40,25 céntimos por litro.
Por el contrario, lo que sí se mantiene es el impuesto de matriculación, que no sufrirá una rebaja tal y como había solicitado el sector del automóvil, por lo que en 2021 los vehículos nuevos serán más caros ante el fin de la moratoria del ciclo de homologación WLTP, con mediciones más estrictas, y que hará subir de tramo a coches gasolina y diésel.
La subida al gasóleo, salvada por las enmiendas
La larga negociación para sacar adelante los PGE de 2021 ha encontrado a su paso voces en contra a la subida del gasóleo. Primeramente Ciudadanos, que lo señaló como condición sine qua non para apoyar las nuevas cuentas, aunque finalmente no lo ha hecho pero por otros motivos, y posteriormente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que sí ha votado favorablemente en la cámara baja.
El PNV pactó con el Gobierno poco después de la presentación del proyecto un paquete de enmiendas, entre las que se encontraba la subida al diésel.
Si bien este partido aseguró que España debe avanzar hacia la transición energética, señaló que no es el momento para hacerlo estando "la industria está sometida a una tremenda presión" argumentando además que "en un momento de crisis poner dificultades a la industria del automóvil no conduce a nada", en declaraciones de Aitor Esteban recogidas por La Vanguardia.
Mirando al futuro, ¿qué supondría para el bolsillo de los conductores?
Pero que la subida el diésel no se haya contemplado finalmente en los PGE para el inminente año que viene no significa que pueda hacerlo en un futuro, así que de cara a las cuentas de 2022 podría estar de nuevo sobre la mesa.
No en vano, una de las líneas maestras del actual gobierno es avanzar hacia una 'fiscalidad más verde', tal y como se recogía en el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático. Además, en el borrador de los presupuestos de 2019, que nunca vieron la luz, se recogía un incremento al impuesto del gasóleo en idéntica cantidad a la propuesta en el borrador de octubre: de 0,038 euros por litro.
¿Y qué supondría para los consumidores? La subida se traduciría en un incremento de 1,9 euros para llenar el depósito, tomando como referencia uno de 50 litros, 2,3 euros ya incluyendo el IVA. Así, en un automóvil que recorre unos 15.000 kilómetros anuales supondría pagar 3,45 euros más al mes y 41,4 euros más al año.
Si bien en este aumento del gravamen quedarían fuera los vehículos profesionales y los de gasóleo bonificado (maquinaría y vehículos agrícolas), el grueso de consumidores particulares se vería afectado por esta medida.
Hay que recordar que los coches diésel son los más numerosos del parque español: según datos actualizados a 2019, en España hay 13,5 millones de automóviles en comparación a los 10,9 millones de turismos que son gasolina.
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