BMW protagoniza otra llamada a revisión masiva por riesgo de incendio en hasta de sus seis modelos. En concreto la firma retirará 1,03 millones automóviles y el problema se ha detectado en el sistema de la válvula de ventilación del cárter (PCV).
Según publican Reuters y Automotive News, este retiro afecta esencialmente a coches comercializados en EE.UU (917.106), además de Canadá (98.000) y Corea del Sur (18.000). De momento no se detalla si también están afectados coches vendidos en Europa.
Es la tercera vez en cinco años que BMW se ve envuelta en un retiro masivo con coches susceptibles de acabar en llamas: en 2018 hizo lo propio a nivel global pero en su caso por un defecto en el módulo de EGR, que gestiona la recirculación de gases de escape.
Afectó a 1,6 millones de automóviles, de los cuales 324.000 se vendieron en el Viejo Continente. Previamente, a finales 2017, 1,4 millones de coches tuvieron que pasar por el taller asimismo en Norteamérica.
No se efectuarán las reparaciones hasta mediados de año
Según ambos medios, la marca ha comunicado que esta nueva llamada a revisión afecta a unidades de modelos como los BMW Serie 1, Serie 3 o Serie 5, así como al SUV BMW X5 y al deportivo BMW Z4, producidos entre 2006 y 2013. La horquilla es amplia.
Y en cuanto al defecto en sí, se focaliza en el calentador de la válvula PCV, cuyo cometido es el de evitar que se acumulen en el cárter los gases generados por el calor y la presión.
Este componente podría sufrir un cortocircuito y, en casos extremos, traducirse en incendio ya sea con el coche en marcha o incluso tras poco después de ser estacionado. Y aluden a un defecto de fábrica por parte del proveedor que surte a la marca de dicho elemento.
No obstante, la notificación a los clientes afectados no se efectuará hasta el 25 de abril, según detalla el medio norteamericano ABC News, pues BMW está a la espera de las piezas para reparar este defecto, que estiman poder realizar a mediados de año.
Además, el fabricante ha detallado que no es necesario que los propietarios dejen de conducir sus coches, pero instan a que paren inmediatamente el motor si aprecian que sale humo del capó o bien huelen a humo o a plástico quemado.
Hasta la fecha se han detectado varios incendios por este motivo, aunque no se detalla número de unidades. Desde BMW aseguran que no han tenido noticia de ningún accidente o lesión causada por este problema.
A principios de enero, Mercedes-Benz sufrió un caso similar con la bomba refrigerante de hasta ocho modelos con motor diésel, que así mismo podía derivar en incendio y con cerca de 800.000 coches implicados.
Y, al igual que BMW, alertó que las reparaciones se dilatarían por falta de componentes para subsanar el error. Aunque sus plazos fueron más comedidos, pues aseguraron que el retiro se realizaría ese mismo mes. En su caso aconsejaron que, mientras tanto, el uso de los coches se redujera al mínimo.
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