A escasas 48 horas para que venza el plazo estipulado para ello, la dirección de la planta de Ford en Almussafes (Valencia) y sus trabajadores no consiguen llegar a un acuerdo para dar forma definitiva al plan de ajuste concreto que han de presentar a Ford Europa para conseguir la asignación de dos modelos eléctricos.
Según recoge el diario Levante, la última reunión que tenían programada ambas partes para ayer se canceló sin más.
Por una parte Ford sigue apostando por los recortes salariales para este año. Por otra, la tensión entre los sindicatos crece por momentos. UGT, que es el mayoritario, ha abierto la posibilidad a negociar “una contención salarial” (que no rebaja) tras la última reunión entre las partes. Los sindicatos minoritarios rechazan de plano cualquier “paso hacia atrás”.
Las posturas no pueden estar más alejadas
La semana pasada, la empresa se comprometió a abonar el incremento del IPC de 2021, que se sitúa en el 7% y se traduce en el mismo aumento en el salario de los trabajadores de acuerdo a lo pactado en el convenio colectivo. Pero también avisó que la situación crítica que arrastran desde hace meses obligaba a aumentar el tiempo de trabajo y a pactar nuevas condiciones para este año.
En la siguiente reunión (la undécima), la dirección de la factoría ya puso sobre la mesa que para sacar adelante un acuerdo capaz de convencer a la multinacional de que Almussafes era rentable y competitiva para producir modelos eléctricos, frente a su fábrica “gemela” en Saarlouis (Alemania), quiere rebajar un 10 % los sueldos, eliminar una semana de vacaciones y ampliar media hora las jornadas laborales.
La respuesta de los sindicatos no se hizo esperar y si bien UGT (con más del 95 % de afiliación en la factoría valenciana) no se cierra a negociar congelaciones salariales para los próximos tres años, “siempre y cuando reciban la adjudicación de nuevos modelos electrificados que poder fabricar”, los sindicatos minoritarios por ahora rechazan cualquier retroceso (tanto a nivel salarial como en la reducción de vacaciones o el aumento de la jornada).
Según el portavoz de UGT en la planta, Jose Luis Parra, están dispuestos a negociar con el contrato de los dos nuevos modelos eléctricos porque ello supondría “asegurar el trabajo para los próximos 15 años”. La propuesta del sindicato está orientada a pactar en torno a tres años de congelación salarial y otros dos en los que los sueldos se revisarían en función del IPC pero sin consolidación en las tablas salariales.
Estas concesiones de los trabajadores para los próximos años (hasta 2025) se basan en que será la época más complicada para la factoría incluso recibiendo la adjudicación de los eléctricos. Hasta que los nuevos modelos empezasen a fabricarse, irían dejando de producirse modelos que ya tienen fecha de caducidad como el Mondeo o gran parte de la gama Transit.
Habrá que esperar al próximo día 27 para saber si el futuro de la planta Valenciana y el de sus trabajadores va esclareciéndose.
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