Quizá hayas leído por ahí que Francia exige repatriar la producción de vehículos, lo cual tendría enormes implicaciones en nuestra economía y empleo. Y es que la mitad de las factorías de turismos e industriales ligeros de España están en manos de Renault y el Grupo PSA. Sin embargo, no es así. Francia no ha exigido la repatriación de la producción de coches a las marcas galas.
Lo que sí ha pedido el ministro de Economía y Finanzas Bruno Le Maire es que las marcas vuelvan a traer una parte de su producción a Francia a cambio de recibir ayudas para poder superar las crisis de la covid-19.
En una entrevista en BFM Business, el ministro ha trasladado un mensaje muy claro. “Estamos dispuestos a ayudaros, estamos dispuestos a mejorar, por ejemplo, las primas de conversión [ayudas para la compra de un coche nuevo y ecológico], estamos dispuestos a mirar qué puede mejorar vuestra competividad en la producción en Francia, la contrapartida debe ser qué relocalización tenéis prevista”, dijo Le Maire.
¿Es posible una repatriación de la producción?
De ser cierto, nos afectaría de lleno. Renault posee dos grandes centros de producción en España, Valladolid y Palencia, mientras que el Grupo PSA cuenta las factorías de Vigo, Madrid y Zaragoza (Opel).
En el estado actual del mercado y los pocos márgenes que dan los coches que componen el corazón del mercado europeo y sobre todo francés, como son los Clio, C3 y 208, es muy poco probable. Con un margen tan pequeño, una variación de tan solo cientos de euros en los costes de producción hacen que esos coches ya no sean rentables y finalmente el remedio sea peor que la enfermedad. Es decir, a día de hoy es una opción poco viable.
Renault no se ha pronunciado todavía, pero sí lo ha hecho Jean-Philippe Imparato, director general del grupo PSA. No se muestran partidarios de medidas que podrían torcer el mercado en un sentido o en el otro.
El ministerio dirigido por Le Maire también se ha barajado la idea de ayudas a un tipo concreto de coches, como los eléctricos. En ese caso, el más afectado sería el Grupo PSA que fabrica muchos de sus coches eléctricos en España y Eslovaquia. Pero trasladar la producción de un país a otro no es algo que se pueda hacer de un día para otro. Y, de momento, es poco probable que se haga por una cuestión de costes, especialmente si el objetivo es potenciar el coche eléctrico. Subir sus costes de producción no ayudaría.
Y es que Imparato ha recordado el episodio de la fábrica de Aulnay sous Bois. En la crisis de las subprimes, en 2008, el gobierno de Nicolas Sarkozy concedió préstamos a los fabricantes a cambio de no cerrar fábricas. Cinco años más tarde, PSA tuvo que cerrar esa factoría y necesitó la ayuda de Dongfeng y del estados francés para no terminar en bancarrota.
¿Ha perdido Francia su capacidad de producción? Para el ministro galo, los fabricantes franceses han deslocalizado en exceso su producción. Francia producía en 2004 más de 3,66 millones de coches y la previsión para 2020 era de 1,71 millones de coches (previsión anterior a la pandemia). También es verdad que los grupos franceses producen mucho fuera de sus fronteras cuando se habla de coches de gran volumen y generalmente de poco margen.
El grupo PSA tiene 18 fábricas en Europa, y tan solo cinco en Francia. Éstas cinco fábricas producen coches cuyo precio medio de venta supera los 25.000 euros, como el DS7 Crossback (o industriales). Lo mismo ocurre con Renault que posee 18 fábricas en Europa y seis en Francia. Su producción es también de modelos de alto valor añadido (como los Renault Zoe y Espace o el Alpine A110) e industriales. Sí Francia produce menos que antaño, pero lo hace con coches de elevado valor añadido.
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