Mitsubishi no es la primera ni la última marca de coches que huye de Europa: los problemas del mercado más complejo del mundo
La noticia de que Mitsubishi dejará de actualizar sus coches y por tanto abandonará el mercado europeo en un tiempo prudencial, sorprendió a muchos, pero una decisión de ese tipo, en este caso amparada en el nuevo reparto de mercado global de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, no es nueva en el sector del automóvil. Antes muchas otras marcas de coches ya decidieron dejar de vender en Europa. ¿Cuáles son los motivos? ¿No es Europa un mercado interesante? Lo analizamos.
Para los gigantes asiáticos y americanos del automóvil, Europa puede ser un verdadero caramelo envenenado. A lo largo de la historia muchos han sido los fabricantes que, una vez alcanzada una cuota de mercado considerable en sus mercados maternos, han puesto la vista en Europa para tratar de hacer crecer sus ventas y por tanto sus beneficios.
Pero no siempre la aventura europea ha terminado en éxito. De hecho, en los últimos años han sido muchos los fabricantes de automóviles que tras un periodo en Europa, han replegado velas y abandonado el mercado europeo. ¿Por qué? Las razones son muchas, pero en la naturaleza de nuestro mercado pueden estar las principales claves.
Europa, un mercado muy complejo y colapsado
Desde los despachos de Estados Unidos o Japón, Europa puede llegar a verse como 'un mercado', sí. Pero la realidad es que el europeo es un mercado con un nivel de complejidad que otros como el norteamericano, asiático o incluso el latinoamericano, no tienen.
El mercado europeo está formado por 31 países, cada uno con sus regulaciones e impuestos específicos. Eso hace que operar en todos ellos exija una estructura muy compleja, con oficinas físicas para la gestión de cada uno de esos mercados a pesar del pequeño volumen de alguno de ellos, frente a lo que puedes tener en otros mercados donde con una estructura mucho más eficiente puedes cubrir un mercado mucho más atractivo y menos complejo.
Por otro lado, el mercado europeo de vehículos nuevos se ha mantenido estable durante más de una década, sin crecimientos destacados a nivel total. Con unos 17 millones de vehículos vendidos cada año, todavía hoy en día estamos casi un millón de unidades por detrás de los niveles que se alcanzaron en 2007 antes de la crisis, y no parece que esa tendencia vaya a mejorar, más bien todo lo contrario.
En los últimos 25 años los ratios de vehículos por habitante se han mantenido estables en Europa. En los últimos tiempos hemos visto como determinadas medidas impuestas en las grandes ciudades, con sus restricciones al tráfico de vehículos para reducir los niveles de contaminación, han llevado a un cambio de mentalidad en el consumidor que parece empezar a rechazar tener coche en propiedad, algo especialmente notable en algunas ciudades.
A esto hay que unir la sobrecapacidad de producción que actualmente tenemos en Europa. Las fábricas de coches tienen más capacidad de producción de la que el mercado local puede asumir, y nuestros costes productivos son más altos que los de otros mercados, haciendo complejo que las fábricas de coches europeas produzcan coches para exportación a otros mercados como el americano o el asiático.
Además, hay otro factor que debemos tener en cuenta. Los coches que se diseñan para el mercado europeo por lo general no sirven para otros mercados ya que aquí el nivel de demanda en materia de seguridad y emisiones es muy alto y hacen que el desarrollo de estos modelos suponga para los fabricantes un nivel de inversión mayor que el necesario en otros mercados, de ahí el aumento en los precios medios de los vehículos nuevos que se está produciendo en los últimos años.
Por si todo esto fuese poco, los coches que acaparan la mayor parte de las ventas en Europa son coches de bajo margen. Coches de segmentos medios y urbanos, con precios bajos y márgenes cada vez más ajustados por la complejidad legislativa que obliga a que desde un SEAT Ibiza hasta un BMW Serie 5 tengan que cumplir con las mismas normas.
Algunos fabricantes han intentado vender en Europa coches originariamente dirigidos a otros mercados emergentes con poco éxito. Ejemplos como el Citroën C-Elisee o el Peugeot 301 no han funcionado en Europa, pero sí funciona el modelo de Dacia que cada vez se hace con una parte más importante de la cuota de mercado con sus coches económicos.
Goodbye a Infiniti en Europa
El hecho de que un fabricante tome la decisión de irse de Europa no es algo nuevo. El año pasado fue Infiniti, la marca de lujo de Nissan, quien anunció que en un margen de tiempo muy pequeño dejarían de operar en Europa para centrarse en Estados Unidos y China.
Allí podrá a la venta hasta cinco nuevos modelos diseñados desde el origen para ese mercado, que sin duda parece mucho más atractivo y con más posibilidades de crecimiento que el Europeo. En su despedida, entre otros motivos Infiniti aludió a los estrictos objetivos medioambientales y los requisitos a nivel regulatorio del Viejo Continente.
Adiós Chevrolet, un tímido "Hola Cadillac"
Si nos remontamos unos años atrás, en 2013 fue General Motors quien anunció que Chevrolet abandonaba el mercado europeo para fortalecer Opel y reintroducir Cadillac en nuestro mercado.
Hoy en día, Chevrolet ha desaparecido del viejo continente y aunque la mítica marca norteamericana Cadillac mantiene cierta presencia en el continente europeo y comercializa modelos que teóricamente deberían adaptarse a las necesidades locales, como el SUV XT4, lo cierto es que carece de una red de ventas, distribución y servicio en condiciones como para considerarla un jugador local.
General Motors vende Opel a PSA
Por su parte, durante este tiempo el gigante General Motors también se ha deshecho de Opel, que pasó a ser propiedad del Grupo PSA a comienzos de 2017. Una operación que hace pensar, tras conocer los resultado de Opel tras el primer año bajo el paraguas del Grupo PSA y el mandato de Carlos Tavares, que tal vez los problemas de la marca se redujesen a una incorrecta gestión por parte de los americanos.
Y después de Mitsubishi, ¿Goodbye Nissan?
Ahora es Mitsubishi quien se va y, a la vista del reparto realizado por la alianza, le seguirá Nissan que se centrará en Norteamérica, China y Japón, lo cual nos lleva a pensar que de aquí a unos años también la japonesa podría dejar de operar en el continente Europeo para no competir con sus hermanos de Renault que son los que tienen asignado este territorio.
Mientras tanto, seguiremos viendo cómo algunos fabricantes se aventuran a entrar en Europa, unos con más éxito, como el gigante KIA-Hyundai y otros con menos, como es el caso de Mitsubishi a pesar del éxito de modelos como el Outlander PHEV. ¿Cuál será el siguiente?
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