Luca de Meo comenzó su aventura como CEO de Renault el pasado mes de julio con una misión clara: revertir la delicada situación económica del Grupo galo. Eso pasa por un plan que se desgranará en enero y que abarcará ocho duros años, pues "Renault necesita hacer dieta y liberarse de pesos y cosas que no sirven", según palabras del propio De Meo, para poder cumplir el objetivo.
Con esas palabras resumió el ejecutivo en una mesa redonda telemática el futuro a medio plazo que se cierne en la marca del rombo, que parece abocada a nuevos recortes. Es decir, existe la posibilidad de una vuelta de tuerca más al plan de reestructuración que anunció el fabricante el pasado mes de mayo y que supone prescindir de 15.000 empleados en el mundo (el 8% del total de sus empleados).
"Es muy difícil prever cómo va a evolucionar la demanda y todo. Cuando Renault anunció el plan, aunque fuera en mayo, hablaba de un recorte del 20% de los costes fijos de la empresa. Con el Covid-19 y el hecho de que hasta 2022 o 2023 no veo que el mercado vuelva a los niveles antes de la crisis, vamos a tener que recortar más aún, esa es la verdad", ha afirmado De Meo en el encuentro digital.
"Tengo que tomar decisiones que son difíciles, y si no lo hago, no vamos a pasar el desierto porque la situación de Renault a nivel económico no es ideal", ha alertado pese a asegurar que no pretende transmitir "miedo" a la plantilla.
Las fábricas españolas se quedan sin eléctricos por ahora... ¿y con recortes?
A falta de ver cómo evoluciona el sector automovilístico en los meses venideros y de conocer en enero qué planea Renault a largo plazo, la realidad a día de hoy es que la compañía firmó en el primer semestre de este año las mayores pérdidas de su historia: 7.386 millones de euros.
Un escenario poco halagüeño que podría amenazar el empleo en las factorías de Renault en España. Cuando se desveló el mencionado plan de reestructuración, la marca explicó a Motorpasión que las factorías españolas (en Valladolid, Sevilla y Palencia) no se verían salpicadas por los recortes, algo que más tarde ratificó el propio De Meo. Sin embargo, la hoja de ruta inicial podría cambiar.
Según las declaraciones del propio De Meo recogidas por Economía Digital, "las fábricas de Valladolid y Palencia funcionan muy bien, pero es difícil de prever", aseguró al ser preguntado por posibles despidos.
Asimismo, fuentes de la marca han revelado a La Tribuna de Automoción que Renault estudia reducir medio turno en la factoría de montaje en Villamuriel de Cerrato (Palencia) a partir del próximo mes de enero, lo que afectaría a entre 300 y 400 trabajadores.
Esta decisión, que todavía no se ha hecho oficial, tiene su origen en una bajada de los niveles productivos del Renault Kadjar desde diciembre, hasta el punto de que la planta podría ensamblar a partir de entonces apenas entre 3.000 y 4.000 unidades mensuales de este coche, en comparación con la cadencia de ahora, que se sitúa con entre 2.500 y 3.000 semanales.
Todo ello se suma a que Renault apostará por Francia para producir sus coches eléctricos, es decir, apuesta por su mercado natal para el futuro pese a que De Meo ve a las fábricas españolas un factor clave para la compañía.
"Es importante que el sistema español siga siendo competitivo como lo es ahora. Creo que vamos a centrar más la producción en España en coches como el Captur o el Kadjar, que van a tener versiones híbridas e híbridas enchufables [el Captur PHEV ya se produce en Valladolid]. De momento, estamos centrando la parte eléctrica pura en Francia", ha asegurado.
De hecho, el Renault Mégane eVision que la firma desveló hace unos días adelantando el futuro del histórico Mégane "lo vamos a producir en Douai, fábrica del norte de Francia, que va a ser nuestro polo eléctrico", ha aseverado De Meo.
Sea como fuere, más allá del empleo y en lo que respecta únicamente a la marca, hay motivos para creer en el resurgir del Grupo Renault pues promete tener el coche eléctrico más barato del mercado, se ha llevado a talentos de SEAT y Peugeot para dar forma a sus próximos coches e, incluso, De Meo sueña con convertir Alpine en una suerte de "mini Ferrari".
A día de hoy, Renault emplea en España a 11.000 personas (casi 14.000 teniendo en cuenta todas las áreas) y opera cuatro factorías: Sevilla, de cajas de velocidades; Valladolid, una de motores y otra de automóviles, donde ensambla el Captur; y Palencia, donde monta los modelos Mégane y Kadjar.
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