El pasado verano, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) presentaba una demanda colectiva contra Volkswagen en la que se exigían indemnizaciones por más de 22 millones de euros para los 7.500 afectados por el Dieselgate en España que habían denunciado ante el organismo. Ahora, el juzgado de lo mercantil número 1 de Madrid ha admitido a trámite la demanda, por lo que el gigante automovilístico podría verse obligado a asumir dichas compensaciones.
El escándalo del Dieselgate sigue coleando más de dos años después. El caso de las emisiones manipuladas ha hecho perder al Grupo Volkswagen millones de euros, además de obligarlo a realizar una profunda restructuración, cuyo último capítulo se escribía esta semana con la dimisión de Matthias Müller.
Pese a las sanciones, los despidos e incluso las detenciones, el emporio automovilístico ha estado lejos de la quiebra, de hecho sus beneficios no han parado de crecer. En 2016 cerraba el año con 5.144 millones de euros, para acabar 2017 con un cifra superior al doble: con unos ingresos de 11.354 millones y un crecimiento del 120%. Si la OCU gana la sentencia, los 22,6 millones de euros que tendría que desembolsar para indemnizar a los propietarios españoles tampoco le supondrían excesivos dolores de cabeza.
Los clientes europeos parecen no tener los mismos derechos que los estadounidenses...
Cuando se destapó el escándalo, los afectados españoles se vieron obligados a denunciar de forma individual y no todas las sentencias fallaron a favor de los clientes. Sin embargo, la oleada de denuncias ante la OCU llevó a la organización a solicitar a Volkswagen indemnizaciones generalizadas tal y como habían asumido en EE.UU.
Según explica consumo, Volkswagen-Audi España lleva más de un año negándose a compensar a los más de 7.000 afectados por el Dieselgate cuyos coches tuvieron que pasar las pertinentes reparaciones y ajustes del software. Para la OCU es inaceptable el agravio comparativo que han sufrido los consumidores españoles, que parecen no tener los mismos derechos que los norteamericanos, al igual que ocurre con el resto de clientes europeos.
En paralelo, la Audiencia Nacional solicitaba el año pasado la creación de la Agrupación de Afectados por Volkswagen, una entidad que canaliza las denuncias individuales a través de un grupo de bufetes de abogados seleccionados las reclamaciones de los particulares. Si bien han sido 1.500 los consumidores que ya han denunciado, la plataforma asegura que hasta 60.000 consumidores podrían incluirse entre los perjudicados.
La indemnización sería de 3.000 euros por afectado
La cifra de afectados norteamericanos ascendía a 475.000 dueños, obviamente mucho mayor que en España. En 2016, el gigante alemán se vio obligado a asumir indemnizaciones de entre 5.100 y 10.000 dólares por cada cliente, lo que se traducía en unos 10.000 millones de euros.
En lo que se refiere a los 7.500 conductores españoles damnificados por el Dieselgate que han denunciado a través de Consumo, las compensaciones deberían ser idénticas, oscilando entre los entre 4.000 y 8.000 euros al cambio, pero en el comunicado emitido por la OCU este lunes la cifra que se baraja es de 3.000 euros por afectado.
España no ha sido el único país en exigir el mismo tratamiento que el de los dueños de modelos Volkswagen de Estados Unidos. Idénticos procesos se han iniciado en Bélgica, Italia y Portugal. Desde la organización de consumidores señalan que esperan se haga justicia y que el gigante automovilístico compense a los cientos de miles de perjudicados.
Los coches, tras la actualización, no han vuelto a ser los mismos
En el caso de España, según este otro informe publicado por la OCU, el 49% de los coches afectados por el Dieselgate eran Volkswagen, mientras que el 27% pertenecían a SEAT y el 19% a Audi. En este reparto, la entidad se olvida de los modelos Skoda y los vehículos comerciales, que registraron un porcentaje menor, pero no por ello desdeñable: 37.082 y 20.187 unidades respectivamente según la Asociación de Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
En lo que se refiere a modelos, el Volkswagen Golf está a la cabeza, seguido del Tiguan, Polo, Passat, así como del Audi A4 y del Seat Ibiza. Todos ellos corresponden a unidades matriculadas entre 2010 y 2013.
Consumo destaca que sólo un 19% de los afectados españoles acudió a la masiva llamada a revisión de Volkswagen y que la propia OCU desaconsejó pasar. Y es que la reprogramación del software ha traído varias consecuencias entre los coches que asistieron al taller.
Según el organismo, un 55% de los afectados ha detectado un aumento en el consumo, un 52% ha notado una clara pérdida de potencia y un 37% defiende que ahora el motor es más ruidoso. De igual manera, un 13% de los perjudicados asegura que ha tenido que reparar su coche tras la actualización.