Ha llovido desde que Škoda fabricase su primer motor, un monocilíndrico de 1,25 o 1,75 CV para la Motocyclette, allá por 1899. En 1905, ya serían bicilíndricos los motores de 1.100 cc y 7 CV que montarían en el Voiturette A. Hoy, 114 años más tarde desde los días de la Motocyclette, once millones de motores han salido de la línea de producción de Škoda.
En la factoría principal de Mladá Boleslav lo celebran con un 1.4 TSI de la gama EA211, que sirve para nutrir a la misma Škoda, y también a Audi, SEAT y Volkswagen. Esta conmemoración llega cuando la firma checa quiere expandirse en la fabricación de motores, con un nuevo centro de motores en el Centro de Desarrollo de Škoda en Česana, a unos 40 km de la sede de la empresa.
Para esto la firma ha destinado una partida de 34 millones de euros, lo que se traducirá en un total de 15 estaciones de pruebas de motores con potencias entre 250 y 400 kW (340 y 544 CV). Se trata de la mayor inversión en el área de desarrollo llevada a cabo actualmente en la República Checa, y eso da buena cuenta de las intenciones de la marca en el Grupo Volkswagen.
En la actualidad, Škoda fabrica los 1.2 y 1.4 TSI de la gama EA211 y también motores de la gama EA111, con una capacidad productiva de 4.400 unidades diarias que pasan por las manos de los 3.600 trabajadores con que cuenta la planta de Mladá Boleslav. Teniendo en cuenta estos números, y también los planes de futuro más inmediatos de la empresa, esos once millones son poco más que un hito en el que se perfila como un largo camino.