El revuelo mediático que está causando el Caso Pedalgate de Toyota está salpicando también a sus competidores en EEUU. No solo se cae el mito de la fiabilidad japonesa, también el de la americana. Varios fabricantes están llamando a revisión miles de unidades por problemas que pueden afectar a la seguridad de sus clientes.
Toyota es el caso más claro, que tiene llamadas a revisión por posible atasco de acelerador en varios modelos, posibles fugas de aceite (Avalon, Camry, RAV4, Lexus ES 350, Lexus RX 350, etc), dirección asistida del Corolla, ABS del Prius III y fallos de la pick-up Tundra.
En la competencia no se quedan cortos. Hace semanas Honda anunció que tenía que revisar 437.763 coches por posibles problemas del airbag y ahora sabemos que van a revisar casi 450.000 unidades de Honda Element y Odyssey (EEUU/Canadá) por un problema del VSA que podría afectar al rendimiento de los frenos.
Tal es la psicosis que Hyundai, que acaba de empezar a vender el nuevo Sonata en ese país, ha llamado a revisión a todos los coches por una tontería: el coche se queda abierto si se intenta abrir una puerta desde dentro mientras se pretende cerrar el coche por fuera. ¡Pa habernos matao!
Por su parte, otro buque insignia de la fiabilidad, Mazda, tiene problemas con el CX-9. Se revisarán más de 12.000 unidades por que en condiciones muy concretas, los asientos calefactados podrían acabar carbonizando el noble trasero de los ocupantes delanteros o sobrecalentarse.
General Motors también está en las arenas del coliseo mediático. Algunos Chevrolet y Pontiac han causado accidentes por problemas con la dirección asistida, y se van a revisar 1,3 millones de unidades. Solo se tiene constancia de un herido, según Automotive News. Parece ser un simple endurecimiento de la dirección.
Otro japonés, Nissan, tendrá que revisar los Titan, Armada, Quest e Infiniti QX56 por un posible fallo del pedal de freno, una partida defectuosa. Además, los Frontier, Pathfinder y Xterra (y esto ya es anecdótico) pueden informar mal de la lectura del combustible restante en el depósito.
En el caso de Nissan, son 540.000 coches los que tienen que pasar por taller. Una cosa está clara, Toyota gana por goleada a la compentencia en número de unidades a revisar, diría que revisarán más coches que todos sus competidores juntos. En cuanto a ruido mediático, Toyota también gana por goleada, a su pesar.
En Europa y Japón también se han hecho públicas numerosas llamadas a revisión, pero no de este calibre. ¿Qué pasa con los proveedores de componentes en Estados Unidos? ¿Tendrán los japoneses que fabricar los componentes más sensibles por su cuenta para ahorrar males mayores? A ver si empiezan a rodar cabezas de responsables de una vez.
Como podéis ver, ningún fabricante puede alegrarse por el mal de Toyota, no vaya a ser que les pase a ellos también.
Vía | Autoblog