El importantísimo plan de Stellantis está en peligro: iba a ensamblar coches eléctricos chinos en Europa. Ahora China está dando marcha atrás por culpa de los aranceles

China y Europa están en plena guerra comercial motivada por los nuevos aranceles al coche eléctrico chino que puso en marcha Bruselas el pasado 31 de octubre. Solo unos días después, podrían estar llegando las primeras represalias por parte de China.

Pekín podría haber dado órdenes a las empresas chinas para que detengan sus inversiones en Europa, especialmente en los países que votaron a favor de los aranceles, como Polonia, donde Stellantis lleva unos meses fabricando coches chinos de Leapmotor.

China quiere dar un escarmiento a los países que votaron a favor de los aranceles

Después de renegar tantas veces de los coches eléctricos chinos, el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, decidió tomar una decisión salomónica: firmar un acuerdo con una marca china para producir sus coches eléctricos en Europa y venderlos en nuestro mercado.

Ya se sabe lo que dicen: si no puedes con el enemigo, únete a él. Con ese acuerdo, Leapmotor entraba por la puerta grande en el mercado europeo sin tener que asumir los aranceles que ha impuesto Bruselas al coche eléctrico chino, mientras que Stellantis pasaba a comercializar coches eléctricos baratos en Europa con los que plantar cara, de tú a tú, a las marcas chinas que están poniendo contras las cuerdas a los fabricantes occidentales.

En esta empresa conjunta entre Stellantis y Leapmotor, Stellantis tiene una participación del 51 %. El acuerdo da derechos exclusivos al gigante dirigido por Carlos Tavares para exportar y vender los modelos eléctricos de Leapmotor fuera de China, con Europa como epicentro.

Una vez firmada la alianza, la producción de Leapmotor en Europa arrancó hace unos meses en la planta de Stellantis de Tychy, en Polonia, donde también se fabrica el Alfa Romeo Junior. El primer coche de Leapmotor que salió de esta planta fue el Leapmotor T03, un pequeño urbano de cero emisiones que, con un precio de partida de 18.900 euros, solo cuesta 1.000 euros más que el Dacia Spring, a pesar de que este último se fabrica en China.

También estaba previsto que Stellantis fabricase de forma inminente un SUV en Europa, concretamente el Leapotor C10. En principio, los planes deberían seguir adelante, de hecho, Leapmotor no ha hecho ninguna comunicación oficial que diga lo contrario, como nos han confirmado los representantes de la marca en España, pero un medio polaco dice que los planes de Stellantis con esta marca china se han truncado. O al menos han cambiado.

Money.pl asegura que Leapmotor ha suspendido las inversiones en Polonia porque la Unión Europea finalmente está aplicando estos aranceles a los coches eléctricos chinos desde el pasado 31 de octubre. Antes de aprobarse esta medida, varios países votaron a favor y entre ellos está Polonia.

Según cuenta el mismo medio polaco, como respuesta a la decisión de Bruselas, China habría dado orden a sus marcas de detener las inversiones en Europa. Money.pl aclara que es una información confirmada “por la correspondencia entre un representante de una de las empresas chinas y la Agencia Polaca de Comercio e Inversiones” a la que ha tenido acceso este medio.

“Confirmamos que hemos recibido información de Leapmotor sobre la suspensión de sus inversiones en nuestro país. El inversor explica que esta información se debe a la decisión del Ministerio de Economía chino”.

Lo que no aclara esta información es si se trata de una suspensión temporal de la producción o de una suspensión total que echaría por tierra los planes de Stellantis para fabricar y vender coches chinos en Europa. Como hemos dicho, de momento, Stellantis no ha hecho ninguna comunicación oficial al respecto y lo único que ha confirmado a Motorpasión es que, hoy por hoy, los planes no han cambiado.

Realmente, no es algo que pille a nadie por sorpresa porque hace unos días supimos que China ya había amenazado con este tipo de medidas como represalia a la puesta en marcha de los aranceles por parte de Bruselas. Es parte de una guerra comercial que no ha hecho nada más que empezar y de la que España, que se abstuvo en la votación de los aranceles, podría beneficiarse.

Más allá de la situación de Stellantis, si Pekín ha pedido a sus empresas que detengan las inversiones en Europa, como publicó Reuters, no solo peligra la producción de Leapmotor en Polonia, sino otras inversiones, como la creación de fábricas de compañías chinas en Europa, tanto de coches como de baterías. Por lo pronto, Chery ha retrasado un año sus planes de producción en la planta de Barcelona.

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