Es la primera vez desde 1976 que tiene lugar un paro general en todas las plantas de Estados Unidos, y además del clásico asunto del gasto que suponen las prestaciones sanitarias para empleados y jubilados, también es un problema la negativa de la compañía a garantizar la fabricación de los nuevos vehículos en Estados Unidos.
UAW: “Desde 2003 nuestros miembros han realizado extraordinarios esfuerzos cada vez que la compañía ha venido a nosotros con un problema: la reestructuración, el plan de bajas, la suspensión de pagos de Delphi o los problemas por prestaciones sanitarias”.
General Motors: “Lamentamos la decisión de UAW, pero seguiremos trabajando para lograr un acuerdo tan pronto como sea posible”.
Vía | autoblog