Ya sea por motivos ecológicos o de sentido común (algún día el petróleo se acabará), el futuro del automóvil ha de ser de alguna forma eléctrico. En BMW lo tienen claro y del trío premium alemán fueron los primeros en proponer en gran difusión una gama -reducida- de vehículos eléctricos. Y BMW M no se puede quedar atrás.
Según Franciscus Van Meel, el CEO de BMW M, la cuestión no es saber si habrá o no un BMW M eléctrico, sino cuándo. "Actualmente, tenemos un problema con la relación peso-potencia en la electrificación que dificultad su integración con nuestra filosofía motorsport", explicó a AutoExpress en el Salón de Detroit.
El problema para BMW M en realidad no es necesariamente la relación peso-potencia sino la madurez del mercado para aceptar un BWM M híbrido, inicialmente, y luego un eléctrico.
El BMW i8, con una potencia total de 362 CV y un peso 1560 kg tiene una relación peso-potencia de 4,3, mientras que el BMW X5 M pesa la friolera de 2.350 kg pero su V8 eroga 575 CV luciendo una relación peso-potencia de 4,08. En definitiva, incluso en la actualidad, no están tan dispares el uno del otro.
BMW M y BMW i trabajan en colaboración, el objetivo es preparar un futuro BMW M híbrido, pues éste será el primer paso en la electrificación de BMW M. "Al final, [el último paso] será un eléctrico puro, pero esto llevará tiempo". Vamos, que no veremos el híbrido a corto plazo, ni tampoco el eléctrico. Van Meel se apresuró a confirmar que no habrá una versión M del BMW i8.