Ford abrió la veda de los preacuerdos con el sindicato United Auto Workers (UAW): cuando acercaron posturas con los trabajadores para que pusieran fin a la huelga, era muy probable que los otros dos gigantes del motor afectados movieran ficha. Lo hizo hace unas horas Stellantis, y era el turno de General Motors, que parecía no querer mover ficha ni ante la amenaza de una huelga indefinida.
Pero el fabricante dirigido por Mary Barra ha llegado a otro acuerdo provisional con el UAW, lo que significa el fin de esta histórica huelga coordinada en EEUU.
Un punto de inflexión para el movimiento sindical en EEUU
Los trabajadores sindicalizados de General Motors han conseguido acuerdos similares a los de Stellantis y Ford, con un aumento salarial del 25 %, mientras que el salario de los trabajadores veteranos aumentará un 33 % y General Motors dará 2.500 dólares en cinco pagos a los jubilados hasta 2028. También han logrado el fin de los contratos temporales.
El presidente del UAW, Shawn Fain, cree que la decisión del sindicato del sábado de declarar en huelga una fábrica clave de motores General Motors en Spring Hill, Tennessee, "asestó el golpe de gracia" que consiguió el acuerdo. Por su parte, Barra ha expresado su deseo de que todos los trabajadores vuelvan a sus puestos, ante la sangría que asegura ha supuesto para la compañía estas seis semanas de huelga.
El aumento de costes laborales para los fabricantes, según advierten los analistas, encarecerá los vehículos: "Los consumidores soportarán parte de la carga de los costos con el tiempo... a los fabricantes de automóviles no les resultará fácil trasladar todos los costos y tendrán que buscar eficiencias de otras maneras, o limitar aún más la producción a vehículos más caros que puedan absorber mayores costos laborales", ha dicho el economista jefe de Cox Automotive, Jonathan Smoke, en declaraciones recogidas por Reuters.
Así, el sindicato ha suspendido oficialmente su huelga contra los Tres de Detroit, que comenzó el 15 de septiembre y que consiguió reunir a cerca de 50.000 trabajadores de los 150.000 miembros del UAW. Sin duda va a suponer un momento de inflexión para los sindicatos en EEUU, que llevan años de capa caída y ven cómo grandes fabricantes de coches como Tesla prohíben la sindicalización.
Los líderes locales del sindicato vendrán a Detroit el viernes para considerar el acuerdo con General Motors, antes de presentar los términos a todos los trabajadores sindicales para su ratificación.