El Grupo GAC ha anunciado que su batería de carga rápida a base de grafeno ha entrado en la fase final de pruebas. Afirma que se puede cargar de 0 a 80% en tan sólo 8 minutos con una potencia de hasta 480 kW y asegura que se han visto autonomías de hasta 1.000 km durante las pruebas.
El GAC Aion V, un SUV eléctrico de la marca, será el primer vehículo equipado con esta batería y su producción en serie está prevista inicialmente para septiembre de 2021. Un modelo eléctrico que tendría así la autonomía de un coche diésel con el mismo tiempo de recarga que el empleado para llenar el depósito de un coche de gasolina o diésel.
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De ser una realidad, esta tecnología es la que sí podría darle una ventaja decisiva al coche eléctrico. Y es que los dos principales frenos al desarrollo durable del coche eléctrico y su masiva adopción por parte del público son, por una parte, el precio, y por otra parte, los larguísimos tiempos de espera para recargar en cuanto se sale una de su ruta habitual de la casa y al trabajo y vuelta.
En comparación con el tiempo de carga rápida actual de los modelos eléctricos, que tardan unos 30 minutos en recargarse hasta el 80% de la capacidad de la batería, esta batería basada en grafeno tiene una capacidad de carga rápida de 6C. (Los índices de carga y descarga de una batería se rigen por los índices C, cuanto más alto, más rápida puede ser la carga). Combinada con un cargador de alta potencia de 600 A, puede recargarse hasta el 80% de la capacidad en 8 minutos, aseguran desde GAC.
El grupo GAC asegura haber logrado la producción en serie de grafeno a bajo coste y a gran escala. De nuevo, si resulta ser cierto, tendría una ventaja en la industria sin precedentes. Y es que si nadie pone en duda las cualidades del grafeno, hasta la fecha nadie ha logrado fabricarlo en serie y sobre todo a bajo coste para su utilización en una industria, la que sea.
Qué es el grafeno
El grafeno fue aislado en 2004 por dos investigadores de la Universidad de Manchester, el profesor Andre Geim y el profesor Kostya Novoselov. Andre y Kostya realizaban con frecuencia "experimentos los viernes por la noche", sesiones en las que probaban la ciencia experimental que no estaba necesariamente vinculada a sus trabajos diarios.
Un viernes, los dos científicos extrajeron algunas escamas de un trozo de grafito con cinta adhesiva. Se dieron cuenta de que algunas escamas eran más finas que otras. Al separar repetidamente los fragmentos de grafito, consiguieron crear copos de un solo átomo de grosor. Su experimento permitió aislar el grafeno por primera vez. Y por ello, Andre y Kostya ganaron el Premio Nobel de Física por su trabajo en ese campo.
El grafeno es, resumiendo, una capa de carbono de un átomo de grosor y cuyos átomos están ordenados en un patrón de nido de abeja. Entre la enorme cantidad de cualidades de este material están la resistencia, flexibilidad, ligereza y la conductividad.
Así, la idea es usarlo en las baterías de los coches eléctricos para obtener una batería de con una elevada densidad energética y sobre todo la posibilidad de recargarla en menos de 10 minutos al mismo tiempo que se mantiene su durabilidad. Y es que a diferencia de las baterías actuales, de las que no hay que abusar de las cargas rápidas, pues se deterioran con cada ciclo, se cree que con las de grafeno no será un problema.
¿Por qué no hay aplicaciones industriales a gran escala con grafeno? Porque aislar el material en un experimento es una cosa y otra muy distinta es conseguir extraerlo y aplicarlo en serie y a gran escala en toda clase de aplicaciones.
Se podría decir que el grafeno está en la misma situación que el aluminio a finales del siglo XIX. Pasó de costar más de 1.200 dólares de la época el kilo en 1852, con una aplicaciones muy limitadas, a menos de un dólar el kg a principios del siglo XX cuando por fin se consiguió producirlo en serie. El grafeno es ahora muy caro y muy díficil de fabricar. Pero cuando se logre, será una nueva revolución.
Las estimaciones más optimistas de un uso significativo del grafeno apuntan a 2025 para ver los primeros procesos industriales. De ahí la importancia del anuncio del grupo GAC. Si efectivamente lo han logrado, podría cambiarlo todo. Claro que también podría ser solo un golpe de efecto y que finalmente se “retrase” su entrada en producción. Habrá que estar atentos allá por septiembre.
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