Ford Almussafes lleva años en la cuerda floja. Un nuevo SUV puede evitar más despidos en una de las fábricas más grandes de España

Fue en junio de 2022 y tras muchos meses de arduas negociaciones cuando la fábrica de Ford Almussafes, en Valencia, recibió un balón de oxígeno ante un futuro muy negro. Se le adjudicaron dos modelos eléctricos, pero en abril de este año llegó otro revés con un ERE que afectó casi al 20 % de la plantilla dentro del plan de recortes de la marca en Europa.

Un último giro de los acontecimientos vuelve a ofrecer esperanza para los 4.800 trabajadores de la planta ante la espera del coche eléctrico, y según se ha eco Cinco Días, la firma del óvalo ha confirmado un nuevo modelo híbrido para Almussafes, algo que el Gobierno ya ha celebrado.

Ha sido el propio CEO de la compañía, Jym Farley quien ha confirmado las buenas noticias para una planta en agonía que desde el 17 de abril se iba a quedar únicamente con la producción del Ford Kuga, que por otro lado no aumentará la producción por problemas con los proveedores.

Según ha explicado el sindicato mayoritario de la planta, UGT, la producción de un nuevo vehículo "mantendrá suficiente carga de trabajo" mientras se decide el futuro de la electrificación. Aunque se trate de una decisión que aún tiene que ser formalizada, lo más seguro es que se trate de un SUV híbrido que empezará a la fabricarse en 2026.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado de "magnífica" la noticia y ha aludido a la necesidad de reindustrializar el país.

“Una vez cuantificado el número de unidades a fabricar, así como el empleo que garantizará, y las fechas de inversiones y lanzamiento, tendremos que diseñar el tránsito a realizar hasta que ese coche sea una realidad en las líneas de fabricación", ha detallado UGT en declaraciones recogidas por Cinco Días.

A pesar de esta buena noticia, la planta de Valencia se encuentra en un expediente de regulación temporal de empleo activo que afecta a 700 empleados al día, y el adiós a la furgoneta Connect el 17 de abril y la espera hasta que el SUV entre en producción acabará afectando a la fuerza laboral, lo que podría terminar en despidos.

Así que no todo está resuelto.

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