Europa necesita coches eléctricos baratos, pero sin una guerra de precios no los va a tener. Y China podría ser la clave

Europa necesita coches eléctricos baratos, pero sin una guerra de precios no los va a tener. Y China podría ser la clave
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Europa en general y España en particular necesitan coches eléctricos baratos, o al menos asequibles, si realmente se quiere imponer el coche eléctrico. Y actualmente, el precio de los coches es clave para su despliegue en el mercado o no.

El recorte de las ayudas para la compra de coches eléctricos y PHEV en Noruega, Alemania y China ha provocado una caída de las ventas de coches enchufables en esos países.

Las marcas confían que con el tiempo las ventas volverán a subir, pero al mismo tiempo evidencia lo sensible que es el mercado a los precios. Y es que los coches eléctricos no son precisamente asequibles, salvo un par de excepciones.

Un coche eléctrico es de media unos 10.000 euros más caro que su equivalente de gasolina, sirva de ejemplo el Peugeot e-2008 de 136 CV de 38.920 euros, frente a los 27.810 euros de la versión gasolina.

De momento, parece que no los fabricantes no están por la labor. Se tiende a mirar hacia China y sus marcas, en un país en el que abundan los coches eléctricos baratos, como una posible solución.

No hay realmente coches eléctricos baratos

Sin embargo, esa avalancha de coches eléctricos chinos baratos todavía no se ha producido. De entrada, porque la gran mayoría de coches eléctricos chinos baratos que vemos habitualmente por 10.000 euros o menos en China son en realidad una suerte de cuadriciclos venidos a más. Tienen más del típico coche sin carnet y del Citroën Ami que de un turismo.

Y por otra parte, las primeras marcas en llegar a nuestro continente han apostado por los segmentos altos del mercado, con propuestas que superan a menudo los 40.000 euros.

MG 4

Sólo la histórica marca británica MG, bajo control chino desde 2005, tiene una propuesta por menos de 30.000 euros. Se trata del nuevo MG 4, un modelo del segmento del Volkswagen Golf.

Se rumorea que otra excepción podría ser en un futuro el nuevo BYD Seagull. Se trata de un coche de 3,78 m, con un diseño libremente inspirado en el CUPRA Born, y con una batería LFP (litio hierro fosfato) de 30,7 kWh asociada a un motor de 75 CV.  En China debería costar entre 8.900 y 15.000 euros.

Byd Seagull
Byd Seagull

Parte de ese interés por las marcas chinas se debe precisamente a los precios habitualmente mucho más bajos en el país asiático que en occidente. El problema es que al llegar a nuestras costas, estos coches tienen precios mucho más elevados.

Así, el BYD Atto 3 (BYD Yuan en China) cuesta en su país de origen desde el equivalente a poco más de 20.000 euros. Al llegar a Europa, el coche cuesta desde 38.000 euros. Lo mismo pasa con la inmensa berlina BYD Han. En China cuesta entre 38.000 euros y 41.000 euros, pero en Europa parte de los 72.000 euros.

BYD Atto 3
BYD Atto 3

Y no es sólo una cuestión de las marcas chinas. El Volkswagen ID.4 tiene un precio China desde 29.400 euros y sube hasta 35.700 euros, mientras que en España su precio oficial de partida es de 50.000 euros.

Ni siquiera MG mantiene precios similares a los de China. El MG 4, que en su país de origen recibe el nombre de MG Mulan, cuesta allí entre 18.000 euros y 29.000 euros. Aquí, es 10.000 euros más caro.

Una sola excepción a esta situación, Tesla. La firma estadounidense tiene, por ejemplo, el Model Y en China a un precio desde 46.000 euros, mientras que en España cuesta desde 48.000 euros (un precio similar al del resto de Europa).

Sin guerra de precios, no habrá coche eléctrico barato

Entonces, ¿por qué no vemos precios similares en Europa a los de China? Aparte de una fiscalidad diferente, el coste del transporte y de los aranceles (10%) que explican que en Europa sean más caros, la bajada de precios de Tesla en China sugiere que los precios practicados allí ya serían muy ajustados. Los fabricantes chinos podrían así ver a Europa como un mercado en el que vender con mayores márgenes.

Tesla Model Y China

El fin de las ayudas a la compra en China ha sido el detonante de una guerra de precios en China iniciada por Tesla, rebaja un 10 % el Model Y y un 13,5% el Model 3. Y sólo Tesla salió ganando siendo el único fabricante de eléctricos que aumentó sus ventas en enero en China (+18%) cuando todos los otros registraron fuertes bajadas.

Pero no es sólo una cuestión de márgenes. Es también una cuestión de imagen de marca y de valor residual. Como recordaba Luca de Meo en una entrevista al Financial Times, bajar a ultranza y de forma abrupta el precio de los coches como lo hizo Tesla ​​”destruye el valor de los coches eléctricos”.

Renault Megane E-Tech

Y las marcas chinas, más que cualquier otra, necesitan imagen. Tesla empezó por arriba, con modelos de lujo (Roadster y Model S) para ir bajando en gama. Las marcas chinas parecen querer seguir el mismo camino.

Aunque no es la única opción. Hyundai y Kia empezaron a la inversa, con precios muy ajustados para ir "haciendo mancha" en el mercado, para ganar visibilidad al mismo tiempo que iban ganando buena reputación con cada nuevo modelo, e ir subiendo progresivamente en gama.

BYD Hang

Sin embargo, nadie puede esconder el hecho que los coches eléctricos tienen que bajar de precio si se quieren imponer. Recordemos que en España y según datos de Hacienda, en 2022 se vendieron 640.599 coches de menos de 25.000 euros en un mercado total de 873.021 coches.

Es decir, el 73% de los coches nuevos vendidos en España el año pasado costaban menos de 25.000 euros. Y sin embargo, la mayoría de los coches eléctricos a la venta superan los 35.000 euros.

Así, frente al recorte de las ayudas, de las ventas y de la llegada de nuevos rivales que planean producir en Europa, los fabricantes podrían enfrascarse en una guerra de precios, según el analista alemán Matthias Schmidt, aunque sean fabricantes como Renault o Volkswagen que dan prioridad al margen por coche vendido.

El problema es que no todos los fabricantes podrán responder a una guerra de precios y menos aún aguantarla en el tiempo. Es algo que sólo unos pocos podrían hacer, entre ellos Tesla, claro.

La marca de Elon Musk ha logrado un beneficio bruto por coche superior a 15.000 dólares. Es el doble de lo que consigue Volkswagen, cuatro veces lo que obtiene Toyota y cinco veces lo que consigue Ford.

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