13.856 coches abandonados en seis meses: en esta ciudad californiana este problema es endémico, pero ahora es directamente insostenible. Tanto, como para que la policía ya ni se haga cargo de los avisos a menos de uno de estos coches esté bloqueando una casa.
No hay espacio para tanta chatarra. Tampoco efectivos suficientes para retirarlos. El resultado son cientos de coches, muchos despiezados, tirados por las calles, en descampados o incluso en las vías del tren. ¿Qué está pasando en Oakland?
Un coche abandonado bloquea mi casa, y encima tengo que pagar la grúa
Oakland, una ciudad a 10 km al este de San Francisco y con cerca de 500.000 habitantes, lleva años con este problema: ya en 2020 y 2021 se alertaba de este problema, pero en este año los coches abandonados se han triplicado. Se estima que en 2024 la cifra superará los 22.000 y, actualmente se cuentan por unos 7.000 abandonados sólo en las calles. Por poner estas cifras en contexto, en toda España se abandonan unos 50.000 coches al año.
Muchos son coches robados, que luego abandonan a su suerte: sólo en 2023 se contabilizaron más de 10.500. Pero también muchos de ellos son automóviles de segunda mano, muy baratos y ya en mal estado, que sus propietarios abandonan ante su cúmulo de averías. También los hay que los dejan tirados porque no pueden mantenerlos.
El cuadro es distópico, como vemos en este reciente reportaje de ABC 7 News: coches convertidos en chatarra desperdigados en calles residenciales o de distritos comerciales, bloqueando casas, escuelas y negocios. Lo que significa además que no pueden aparcar sus propios coches, ya sean residentes o trabajadores.
Ante el aluvión de solicitudes, la policía ha alertado de que ya no atenderá ninguna a menos de que uno de estos coches esté en la puerta de la casa de un vecino, impidiendo que pueda salir. Y la retirada no es inmediata. Ya en 2020 la media era de unos 25 días, con mucho menor volumen. Además, el afectado tiene que pagar el servicio de grúa, que puede ascender hasta 500 euros. El resto de solicitudes las gestiona el servicio de mantenimiento de la ciudad, que también está colapsado.
Esta misma semana se ha aprobado una medida para abordar el problema: se ha dado luz verde a una nueva partida para contratar más empresas de remolque y nuevos espacios para almacenarlos, fuera de la ciudad. Y eso que Oakland ya asume cerca de 1,0 millón de dólares al año por alojarlos en campas alquiladas en otras zonas.
También se está contratando a más personal para que atienda las solicitudes, pero no estarán operativos hasta dentro de dos meses. Y se está valorando cambiar la normativa para que no sean los afectados los que tengan que correr con el coste de la grúa y los servicios de retirada. Pero eso supone más inversión.
Consecuencia del racismo sistémico. La situación es ahora insostenible en toda la ciudad, pero en 2021 los vecinos de los barrios más pobres de Oakland se quejaban de que no se atajaba igual según la zona. También en estos distritos periféricos es donde más se abandonan coches: el 5, el 6 y el 7. La incapacidad de la administración ha llevado a los vecinos de estos barrios a limpiar ellos mismos los coches y retirarlos. Pero los medios son limitados.
Los vecinos de estos barrios explicaban entonces que la situación es un "subproducto del racismo sistémico". Lo hacía en 2021 una residente de uno de estos distritos. Y es la rueda infinita: calles llenas de coches convertidos en chatarra bajan el valor de las viviendas y propiedades.
También ha derivado en un problema de seguridad, ya no sólo por el robo de coches en sí: el propietario de un negocio al que le aparcaron uno de estos coches robados se quejó, y el ladrón le amenazó a punta de pistola. Y hay quien los utiliza como escondite para drogas o armas.
Dadas las previsiones, aún contando con los últimos esfuerzos de la administración, con el volumen de abandono se antoja insuficiente: apenas 15 técnicos son los adicionales contratados por el servicio de mantenimiento para atender solicitudes. En todo 2023, se retiraron sólo unos 3.000 coches abandonados en Oakland.