El domingo por la tarde visitaba, como hago habitualmente, El Blog Salmón. Mientras bajaba por las noticias de la portada encontré una que casi me hace atragantarme con el vaso de agua que me estaba bebiendo. Hay que subir los impuestos sobre la gasolina, reza el título. Echo mano al recibo de mi visita a la gasolinera el viernes y leo el precio del litro de gasolina: 1,421 euros.
Ojeo mis registros y veo que desde marzo del año pasado no echaba gasolina a un precio tan alto, a 1,472 euros por litro para ser exactos. A principios de este año os hablábamos que el combustible había subido por la eliminación de los beneficios fiscales de los biocombustibles que acompañan a los combustibles tradicionales en la mezcla que sirven las gasolineras.
En el último boletín petrolero de la Unión Europea, del día 28 de enero, están registrados los precios medios del combustible en España. 1,427 euros por litro para la gasolina de 95 octanos, 1,375 para el diesel y 0,773 para el LPG. Estamos volviendo a la senda de los registros marcados hace un año. El máximo histórico se registró en la primera semana de septiembre, con 1,522 euros por cada litro de gasolina de 95 octanos y 1,444 euros por cada litro de diesel.
¿Hay que subir los impuestos al combustible? Pues a mi parecer no, el combustible ya está suficientemente caro. Y también por lo que implica para toda la sociedad que el precio del combustible suba, ya sea a base de impuestos o a base de jugar con él para aumentar el beneficio y engañar a Europa. Además ciertas Comunidades Autónomas que pusieron ciertos requeterepagos a los medicamentos ahora están valorando la posibilidad de subir su tramo del céntimo sanitario (IVMDH) al máximo para compensar que la Justicia ha obligado a retirar el euro por receta.
La razón esgrimida en el artículo de Onésimo en El Blog Salmón de que el precio medio de nuestro combustible es más barato que el de otros países europeos, pasa por alto que los salarios medios no son los mismos y que allí si bien el combustible es más caro, también ganan más, por lo que el porcentaje del sueldo dedicado al combustible es mucho menor al que se dedica aquí.
Su otra razón, la de la ecología y el impulso de tecnologías más limpias, me parece loable, pero en un momento en el que la economía ahoga, deberían buscarse otras alternativas para promover estas tecnologías que asfixiar a impuestos a los conductores. Y no nos engañemos, pero en España si apartamos a un lado a las petroleras, que digan lo que digan buscan vender siempre más volumen y más caro, no tenemos una industria potente o fabricante de coches o motores propios que pueda influir en estos avances o beneficiarse de esos impuestos.
No nos sirve compararnos con Europa pero tampoco Venezuela. A la hora de tomar referencias de los precios del combustible hay que tener en cuenta que es un país productor de petróleo, el mismo argumento para no utilizar como referencia a los Emiratos Árabes Unidos, con un precio del combustible por los suelos y un nivel de vida medio bastante superior a cualquier país europeo. Por desgracia nos toca importar el petróleo, con todos los costes que ello conlleva y los combustibles están muy lejos de ser un bien barato.
¿Porqué no tomamos como referencia a Luxemburgo o a Austria que tienen niveles de vida superiores, tienen que importar el combustible y sin embargo tienen precios del combustible menores?
Subir los impuestos al combustible no solo no generaría beneficios a corto plazo, si no que haría subir el precio de todos los bienes, porque todas las cosas que compramos dependen en mayor o menor medida de un transporte que se realiza en vehículos dotados de un motor de combustión. Eso por no mencionar la gran cantidad de gente que depende del vehículo privado y por lo tanto de los combustibles para desempeñar sus tareas cotidianas. Ir a trabajar, trabajar en sí o simplemente ir a hacer la compra se podría poner por las nubes.
No podemos ver a los combustibles como un bien de lujo y subirles los impuestos para conseguir que el precio del combustible esté a la altura de Europa. Solo sería factible si nuestro nivel de vida estuviese a la altura de Europa y en mi opinión para esto todavía queda un buen trecho que caminar.
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