“¡Que viene el lobo!”, decía el pastorcillo valiente del popular cuento. Era siempre mentira, hasta que dejaron de creerle, y entonces el lobo vino de verdad y nadie hizo nada por remediarlo. La versión moderna del cuento va de coches chinos: “¡Que vienen, que vienen ya!”. Algo parecido cantó Juanpa.
Hablando de cosas ya un poco más serias, mucho se ha hablado de que vienen los coches chinos a España, pero al final, ¿dónde están? La respuesta es la más simple: no han salido de China. Las primeras marcas que quiere importar el Grupo Bergé se hacen de rogar porque antes han de atender su mercado interno.
En 2010 China tuvo un 30% más de ventas que en 2009, lo cual ha concentrado el esfuerzo productivo en el mercado interior. Según cuenta Expansión en su edición impresa de ayer, BYD llegará este verano, pero con cuentagotas. El primer modelo será el BYD F3 DM.
Tan solo 200-300 unidades llegarán a nuestro país este año, de los 1.000 que llegarán a Europa. Son cifras muy modestas, pero hablamos de un híbrido enchufable que está basado en un superventas del mercado chino. La siguiente en venir será MG, para 2012 si no hay más retrasos.
En cuanto a Chery y Geely, no hay fechas todavía. No es fácil vender en Europa con una legislación tan estricta (seguridad, homologaciones, Euro 5) y porque algunos modelos supondrian directamente tribunales, por eso del copia y pega que han hecho en alguna ocasión.
El BYD F3 DM es otro tema diferente, porque tendrá un precio bastante inferior a sus rivales y podría alcanzar un éxito moderado, nada de superventas, pero considerando su electronicho de mercado. Ojo, el F3 DM no es un superventas en China, su versión normal sí lo es.
Tenemos en Europa un mercado tremendamente competitivo, los Premium cada día más Premium, lo generalistas acercándose a los Premium, varias marcas en liza, versiones cada vez más atractivas… Por muy difícil que lo tengan los chinos, acabarán llegando.
En los últimos tiempos contemplamos cómo las marcas que mejor relación valor/precio están ofreciendo, están comiéndose el mercado cuando otros van hacia atrás. Los chinos ya tienen el precio, ahora lo tienen que ligar al valor y que el consumidor lo perciba. A partir de ahí, sí que serán alguien a temer y seriamente.
Fuente | Expansión
