La actualización de las pegatinas mediomabientales de la DGT sigue su curso. El director General de Tráfico, Pere Navarro, ya ha confirmado lo que se intuía en relación a su revisión: que se incluirá "alguna nueva" y habrá "algún retoque" en las vigentes actualmente.
Además, Navarro también ha señalado que el próximo martes 29 de septiembre se celebrará la primera reunión interministerial para comenzar a trabajar en esta actualización de las pegatinas medioambientales que será, como nos confirmó la propia DGT, cuando "se pondrán las cosas sobre la mesa".
Y aunque Tráfico nos confirmó la semana pasada que "no había nada decidido", Navarro ha adelantado en el webinar celebrado por la patronal de fabricantes Anfac, "Claves y tendencias de la movilidad sostenible del futuro", que podrían incluirse nuevos distintivos y posibles ajustes en los actuales.
De igual manera, el máximo responsable de la DGT ha asegurado que esta actualización serán "consensuada con el sector de la automoción". Hay que recordar que la revisión de las etiquetas está incluida en la batería de medidas del plan de impulso a la automoción y atendiendo a criterios de descarbonización y reducción de emisiones.
Los modelos ya clasificados no perderán ni cambiarán su pegatina
Así, Navarro confirma lo adelantado en la estrategia para con la automoción en la que se admitía que "la evolución tecnológica es una realidad", por lo que el actual sistema de clasificación ha quedado en parte obsoleto. En dicho documento ya se contemplaba el añadido de nuevas etiquetas así como la inclusión de algunas mecánicas en otra categoría de las ya actuales.
Esto causó cierto revuelo, pues se entendía que coches actuales clasificados como ECO o CERO podrían variar su clasificación. Pero Navarro ha querido mandar un "mensaje de tranquilidad" pues "todas las etiquetas que tenemos continuarán vigentes en sus propios términos".
Es decir, Navarro ratifica que la entrada en vigor de un nuevo sistema de clasificación no tendrá carácter retroactivo. Ello se debe al caos burocrático y administrativo que podría ocasionar. Así lo había señalado previamente Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados a El Mundo: "Tráfico debería notificárselo a cada titular por si quiere reclamar".
No hay que olvidar que las etiquetas actúan como criba para los vehículos en algunas zonas de bajas emisiones, como es el caso de la de Barcelona o Madrid Central. Sea como fuere se espera que el nuevo etiquetado tenga sus líneas maestras definidas en una propuesta a finales de este 2020, entrando en vigor, previsiblemente, en julio de 2021.
¿Qué mecánicas están en el punto de mira?
Si bien los vehículos que ya disponen de una etiqueta asociada a su matrícula, en función de su mecánica, no cambiarán su clasificación, se intuyen los cambios que pueden llevarse a cabo en los revisados distintivos y que afectarán a los coches comercializados desde su entrada en vigor.
Por un lado encontramos a los coches mild-hybrid, considerados como híbridos y por tanto con etiqueta ECO, pero en su caso su pequeño propulsor eléctrico, alimentado por una batería normalmente de 48 V, no mueve las ruedas, sino que opera como motor de arranque y alimenta a los sistemas eléctricos. Aunque en algunos sistemas y en momentos puntuales, desaceleraciones o frenadas, puede apoyar al propulsor térmico.
Se da el caso que muchos fabricantes han recurrido a esta sencilla y económica solución para sus automóviles más contaminantes. Éstos en algunos casos superan los 300 CV e incluso llegan o rebasan los 600 CV, como es el caso de los Audi RS 6 Avant o Audi RS Q8, así como los Mercedes-AMG GLE 63 S y GLS 63 S. Aunque también lo encontramos en modelos más convencionales como por ejemplo el Suzuki Ignis, el SUV Vitara o el S-Cross.
Es posible que para dar cabida a esta configuración mecánica nazca un nuevo distintivo que además también englobe a las opciones térmicas con menos emisiones.
Por su parte, los híbridos enchufables también podrían ver modificada su categoría, pues un buen grueso al superar los 40 kilómetros de autonomía eléctrica, están calificados como CERO cuando en realidad no son cero emisiones, ya que operan con un motor térmico.
Y aunque en entornos urbanos pueden circular sólo activando su propulsor eléctrico, ello depende de la carga de las baterías, que exigen cargarse diariamente al ser más pequeñas que un coche 100 % eléctrico, y del propio uso del conductor, por lo que no siempre es así.
De esta manera, los PHEV podrían pasar a ser clasificados como ECO, como ocurre con los híbridos no enchufables o los vehículos a gas, ya sean de gas natural o GLP.
¿Cómo es hoy el sistema de etiquetas medioambientales de la DGT?
Las pegatinas medioambientales de Tráfico tienen su origen en el Plan nacional de calidad del aire y protección de la atmósfera 2013-2016 (Plan Aire) y debido a que el tráfico rodado se señala como una de las principales fuentes de contaminación en las ciudades.
Esta clasificación está activa desde 2016 y está basada en las normativas Euro que califican los mecánicas desde la Unión Europea.
Sin etiqueta (A): engloba vehículos con los propulsores de combustión más antiguos, los gasolina anteriores a la normativa Euro 3 y diésel que no cumplan el estándar Euro 4.
Etiqueta B: incluyen también a los térmicos pero más modernos, en su caso a los gasolina Euro 3 y a los motores de gasóleo Euro 4 y Euro 5.
Etiqueta C: en esta categoría se encuentran los modelos con motores de combustión más actuales. En el caso de los gasolina, los que cumplen la norma Euro 4, 5 y 6. En el de los diésel, sólo los Euro 6.
Etiqueta ECO: este distintivo ya incluye las mecánicas alternativas, que son híbridos convencionales (HEV), híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía eléctrica inferior a 40 kilómetros, coches mild-hybrid y modelos a gas natural (GNC, GNL) o de gas licuado de petróleo GLP. Todas estas configuraciones apoyan siempre un motor térmico, que se exige debe cumplir los criterios de la etiqueta C.
Etiqueta CERO: califica a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente. Es decir, los cero emisiones, que son eléctricos de batería (BEV), eléctricos de autonomía extendida (REEV) o de pila de combustible o hidrógeno. Pero también llevan este distintivos los híbridos enchufables con una autonomía eléctrica superior a 40 kilómetros.
A nivel general, la DGT no exige vehículos a colocar estas etiquetas en su parabrisas, aunque hay ayuntamientos que sí han obligado a ello como es el caso del de Madrid: su incumplimiento supone una multa de 100 euros. El consistorio de Barcelona recomienda llevarlas, pero no obliga a ello.
En Motorpasión | 14 coches híbridos enchufables aptos para Etiqueta CERO de la DGT, de 40.000 a 50.000 euros
