Los coches eléctricos fabricados en China suponen el mayor riesgo para la industria del automóvil europea. Las ventas de coches eléctricos chinos podrían suponer unas pérdidas de 7.000 millones de euros para la industria europea en el horizonte 2030, según un informe de Allianz.
Según la rama financiera de la aseguradora, las autoridades deben hacer frente a estos retos con la implementación de aranceles recíprocos con China, aumentar las ayudas en I+D para el desarrollo de las baterías y permitir que las marcas chinas fabriquen coches en Europa.
Los fabricantes europeos se enfrentan actualmente a un doble reto. Por una parte, los europeos ven cómo sus ventas en China van bajando mes tras mes, con las marcas locales aumentando su cuota de mercado. Y por otra parte, tienen que hacer frente al aumento de las ventas en Europa de coches fabricados en China, ya sean de marcas chinas o de marcas occidentales que fabrican allí.
Además, con el Inflation Reduction Act estadounidense puesto en marcha por el ejecutivo de Joe Biden, una medida proteccionista en toda regla, las marcas chinas han puesto los ojos en Europa, un mercado todavía abierto y en el que ven ahora más posibilidades de hacerse fuertes, ya que la puerta de Estados Unidos se les ha cerrado y la de Europa tardará en cerrarse.
No cabe duda que la presión industrial de China sobre los fabricantes europeos es brutal. Ya sabemos que cuando se trata de coches eléctricos, China domina toda la cadena de valor, desde la extracción de las materias primas en las minas hasta el ensamblaje del coche, pasando por la fabricación de la batería hasta el software del coche.
De momento, los fabricantes europeos, nipones y coreanos siguen proponiendo modelos eléctricos que son de media unos 10.000 euros más caros que su equivalente gasolina. Mientras las marcas chinas y los modelos fabricados en China, como el Tesla Model 3 de base o el Dacia Spring, acaparan los primeros puestos en las ventas de coches eléctricos.
Es imposible no tener la sensación que las marcas occidentales, niponas y coreanas no están viendo el enemigo acercarse y se han dormido sobre los laureles. Sólo Tesla ha sido rápido y ha reaccionado a tiempo. Inició a finales de 2022 una guerra de precios en China. Le ha funcionado y ha efectuado la misma operación en Europa.
Así, Tesla inició a principios de año una guerra de precios en Europa. Las rápidas bajadas de los precios de la marca estadounidense le han permitido aumentar sus ventas y entregas en el primer trimestre hasta colocar el Tesla Model Y como el coche más vendido en Europa.
Los europeos tienen una relación precio-producto de pena frente a Tesla y las marcas chinas
Los precios de los Tesla Model 3 y Model Y ponen de manifiesto también hasta qué punto la gran mayoría de coches eléctricos son demasiado caros. Hasta el punto que, comparados con las propuestas de Tesla, la relación precio-producto de la inmensa mayoría de modelos eléctricos en el mercado es sencillamente deprimente.
El Tesla Model 3 Tracción Trasera es una berlina relativamente grande (mide 4,70 m), equipa un sólo motor de 283 CV (0-100 en 6,1 s), con un equipamiento de serie completo, que incluye la climatización por bomba de calor (imprescindible en invierno para mantener la autonomía) y capacidad de carga de hasta 250 kW) y una batería de 60 kWh para una autonomía WLTP de 491 km por un precio de tan sólo 39.990 euros. Para ponerlo en perspectiva, es más barato que un CUPRA Formentor e-Hybrid de 204 CV (desde 40.920 euros).
En cuanto al Tesla Model Y Tracción Trasera, es un SUV de 4,75 m que parte de los 46.990 euros, equipa la misma batería de 60 kWh que el Model 3, equipa un motor de 299 CV (0-100 km/h en 6,5 s) y el básicamente el mismo equipamiento, como la bomba de calor y carga rápida de hasta 250 kW. Y su autonomía homologada es de 455 km.
Si tomamos como referencia la franja de precios de las versiones de acceso a Tesla, que va grosso modo de 40.000 a 47.000 euros, las propuestas de otras marcas resultan ser modelos más pequeños, menos potentes, con mucha menos autonomía y un equipamiento bastante inferior.
Por ejemplo, Peugeot propone el e-2008, un SUV urbano de 4,30 m y 136 CV con batería de 50 kWh a partir de 38.290 euros. El CUPRA Born, con precios de 41.950 a 46.630 euros, sólo cuenta con una gama con sólo dos propuestas: una de 204 CV y otra de 231 CV, con batería de 58 kWh o 77 kWh. Y siempre con la bomba de calor en opción.
Con el Kia e-Niro, un coche de 4,42 m y 204 CV, hay cierta mejora en la propuesta. El equipamiento de serie es correcto, tiene una autonomía WLTP de 460 km, aunque para disponer de una bomba de calor el precio roza los 50.000 euros.
Entonces, ¿hay alguna marca que ofrezca una relación-producto tan interesante como la de Tesla? Sí y para sorpresa de nadie son las marcas chinas o europeas de capital y tecnología china, como BYD, MG o smart.
El BYD Atto 3 es un SUV de 4,45 m y 204 CV que parte de los 41.400 euros con una batería de 60 kWh y autonomía WLTP de 420 km y que tiene la decencia de incluir en su equipamiento de serie la climatización por bomba de calor.
MG, por su parte, propone el MG 4, un modelo compacto de 4,28 m y 204 CV desde 33.980 euros con 450 km de autonomía WLTP, y el Marvel R, un SUV de 4,67 m disponible con una motorización de 170 CV o 288 CV, cuyos precios van de 40.290 a 48.290 euros. Eso sí, su autonomía de entre 402 y 370 km no es ninguna referencia.
En cuanto a smart, aunque su modelo smart #1 es más pequeño que las dos propuestas de Tesla (mide 4,27 m), no deja de ser una propuesta sumamente interesante en términos de relación-producto.
Equipa un motor de 272 CV, una batería de 66 kWh con bomba de calor para una autonomía de 440 km por 44.390 euros. Sobre el papel es hasta más interesante que un CUPRA Born e-Boost con batería de 77 kWh.
Por supuesto hay cientos de razones para preferir cualquiera de estos coches antes que un Tesla Model Y o Model 3 y viceversa. Tampoco nadie sabe hasta cuándo Tesla podrá aguantar esos precios. Sin embargo, sí queda muy patente que sobre todo las marcas europeas tienen que revisar su política de precios y sus propuestas.
Las listas de ventas, con un Model Y como el coche más vendido de Europa, y el MG 4 como el segundo eléctrico más vendido en el Reino Unido y España, por ejemplo, son un clamoroso aviso a navegantes. Si no bajan los precios, las peores predicciones se van a cumplir.