En 2015 China ya decidía qué coche compraríamos mañana: era el mercado de referencia para los fabricantes, y dos años después lo es aún más. Todos los grandes apuestan por establecer alianzas con el país asiático, hasta el punto que las joint ventures son lo que más define la fabricación de coches chinos.
El superpoblado país, protagonista de los más altos niveles de contaminación es además el principal mercado de eléctricos del mundo, y ya se está planteando una fecha para prohibir la producción y venta de los coches con motor de combustión. Desde China se habla de "tiempos turbulentos" para los fabricantes de automóviles. Adaptarse o morir.
Cambios profundos para la industria: adaptarse o morir
Un reciente estudio calculó que detrás de la vorágine industrial se esconden 110.000 muertes prematuras anuales en China y más de 3.100 muertes prematuras al año en Europa Occidental y Estados Unidos. Ante este funesto escenario, China trabaja por salvar su estabilidad social y ya ha apostado por el coche eléctrico. Ahora quieren un futuro donde las ciudades sean pulmones naturales.
La vorágine industrial (a la que Occidente contribuye con un consumismo desmesurado) y la contaminación por el tráfico rodado han llevado a que hace un par de meses llegaran a suspenderse casi por completo las ventas de superdeportivos en China, como McLaren 720S y 570S Spider o Morgan.
Primer varapalo para los fabricantes. Y es que el viceministro de Industria chino, Xin Guobin, ha hablado de "tiempos turbulentos" para los fabricantes que se verán obligados a adaptarse a un nuevo escenario en el que los coches tradicionales no tendrán cabida.
Guobin no ha dado detalles acerca de cuándo China implementará la prohibición de venta y producción de motores de combustión, pero ya han comenzado a establecer un cronograma. "Esas medidas traerán cambios profundos para el desarrollo de nuestra industria automovilística", ha declarado.
En 2015 China se posicionó como nación líder para la movilidad eléctrica, al menos en lo que se refiere a volumen de ventas, y en 2016 ya se vendían más coches eléctricos que nunca. Pero no se trata solo de coches; el carbón sigue pesando mucho, y la transición hacia las energías limpias será lenta.
Teniendo en cuenta que China es el segundo mayor consumidor de petróleo del mundo (Estados Unidos a la cabeza y Japón, India, Rusia y Arabia Saudí detrás), la prohibición de coches a gasolina y diésel va a suponer un impacto significativo.
Sin embargo, China ya se ha fijado metas muy ambiciosas: un quinto de las ventas de automóviles serán de coches eléctricos y plug-in híbridos en 2025.
China dirigirá la batuta de un silencioso concierto
Hemos comprobado en el Salón de Frankfurt que todos los fabricantes de automóviles están acelerando sus inversiones en vehículos eléctricos para cumplir con las normas más estrictas de emisión y economía de combustible establecidas para tener efecto en los principales mercados. Y el principal es China.
Honda anunció que el CR-V no tendrá versiones diésel en Europa, y que todos los nuevos modelos que se lancen en el viejo continente a partir de 2018 incorporarán algún tipo de sistema de propulsión eléctrica, y a nivel global, el objetivo es contar con algún sistema de propulsión eléctrico en dos tercios de las ventas en el año 2030.
Más de lo mismo para Volkswagen, que ha hecho una inversión mil millonaria para que en 2030 sus modelos tengan una versión eléctrica. Todo ello sin hablar de los intereses que grandes de la industria china tienen en Jeep, las alianzas de Renault y Nissan con Dongfeng o de Ford con Zoyte.
La firma del óvalo considera a China como el mercado de más rápido crecimiento en el mundo para vehículos de nueva energía (NEV) y pronostica que el segmento crecerá a 6 millones de vehículos al año para 2025, de los cuales aproximadamente 4 millones serán totalmente eléctricos.
En esta tabla, obtenida a partir de datos proporcionados por Autocar, puedes ver las propuestas de la firmas para un futuro eléctrico desde 2017 a 2024. Las marcas ya han adelantado que todo, o casi todo será eléctrico para 2020, y es que la Unión Europea, China y Estados Unidos, han impuesto a todos los fabricantes un límite de emisiones de CO2 (gas a efecto invernadero). A partir de 2021, la media de emisiones de CO2 de los modelos vendidos por un mismo fabricante no podrá superar los 95 g/km.
2017 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 | 2023 | 2024 |
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BMW i3 S | Audi Q6 e-tron | Aston Martin DBX | Audi Q4 e-tron | Bentley EV SUV | BMW i3 | Fiat 500 Hybrid | BMW i8 |
Citroën e-Berlingo | BMW i8 roadster | Audi e-tron A7 Sportback | Citroën B-SUV EV | BMW i5 SUV | Citroën C4 Picasso EV | Opel D-SUV EV | Citroën C3 EV |
Jaguar E-Pace | Faraday Future FF91 | BMW X3 EV | Citroën C4 Cactus EV | Citroën C4 EV | Mercedes-Benz EQE SUV | Peugeot 3008 SUV | DS7 Crossback EV |
Kia Niro Hybrid / PHEV | Honda CR-V Hybrid | DS B-SUV EV | DS4 EV | Honda Civic Hybrid | Mercedes-Benz EQS SUV | ||
Kia Soul EV | Jaguar I-Pace | Hyundai Ioniq SUV | Ford Model-E SUV | Honda HR-V Hybrid | Opel Astra EV | ||
MINI e-Countryman PHEV | Range Rover Evoque Hybrid | Mazda EV | Honda Jazz EV | Mazda PHEV | Peugeot C-SUV EV | ||
Mitsubishi Eclipse Cross PHEV | Nissan Leaf | Mercedes-Benz EQC SUV | Jeep Wrangler Hybrid | Mercedes-Benz EQE sedán | Porsche Mission-E SUV | ||
Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid | Renault Mégane Hybrid | MINI E | Kia C-SUV | Mercedes-Benz EQS sedán | Renault C-SUV EV | ||
Renault Scénic Hybrid | Volvo XC60 PHEV | Peugeot 208, 2008 EV | Land Rover Discovery Sport Hybrid | Nissan Leaf SUV | Volkswagen ID SUV | ||
smart EV | Porsche Mission-E sedán | Lexus LS Fuel Cell | Peugeot 308 EV | ||||
Tesla Model 3 | Porsche Macan EV | Maserati Alfieri-E | |||||
Volkswagen e-Golf | SEAT e-Mii | Mercedes-Benz EQA SUV | |||||
Volvo S90, V90 PHEV | Skoda Superb Hybrid | Peugeot B-SUV EV | |||||
Tesla Model Y SUV | Renault ZOE | ||||||
Volvo e-S60 EV sedán | SEAT e-SUV | ||||||
Skoda Vision-E SUV | |||||||
Toyota iRoad | |||||||
Volkswagen ID |
Así las cosas, nos encontramos ante un escenario en el que los fabricantes tendrán que bailar al son de la música que se toque en el país asiático, que determinará, como ya lleva haciendo años, qué coche conduciremos mañana.