Bugatti es una de las marcas de coches más prestigiosas y caras del mundo, una de esas marcas que fabrican creaciones de ensueño y que de vez en cuando nos sorprenden con propuestas que nos hacen volar la imaginación.
En esta ocasión Bugatti no ha sido noticia por presentar una creación que roce lo onírico, ha saltado a la palestra por anunciar que están trabajando en la posibilidad de incluir un coche eléctrico en su catálogo de productos, y que además será accesible.
El futuro de Bugatti también pasa por los coches eléctricos
Una marca capaz de labrar creaciones como el exagerado Bugatti Chiron Super Sport 300+ con motor 8.0 W16, 1.600 CV, carrocería alargada, producción limitada a 30 unidades y una velocidad punta de 490,484 km/h ahora salta a la palestra por abrir la puerta a un coche eléctrico asequible. Bueno, todo lo asequible que puede ser una marca con coches que cuestan 3,5 millones de euros como el Chiron Super Sport 300+ o 2,65 millones para el Chiron Sport.
Ha sido el propio CEO de Bugatti, Stephan Winkelmann, quien ha entreabierto una interesante puerta. Sabiendo que el futuro de la automoción pasa por las motorizaciones eléctricas y que Bugatti pertenece al Grupo Volkswagen (inmerso en un profundo plan de electrificación), Winkelmann ha apuntado a una línea de coches eléctricos dentro de Bugatti según declaraciones a Bloomberg.
En teoría esta nueva alineación tendría un posicionamiento ligeramente inferior al actual de Bugatti. Sería algo así como una submarca de coches eléctricos que seguirían siendo de ultra-lujo, pero cuyas prestaciones difícilmente podrían igualar las de sus portentosos coches de combustión interna.
Con el Grupo Volkswagen tirando hacia la movilidad eléctrica y la conducción autónoma, marcas como Bugatti necesitan actualizarse si quieren seguir bajo el paraguas del gigante alemán de la automoción. Así, Bugatti se encuentra actualmente en negociaciones con su matriz y, según Winkelmann, van por el buen camino.
Este anuncio es fruto por una parte de la intención de descarbonizar las marcas del Grupo Volkswagen y por otra la capacidad de generar beneficios que ha conseguido Bugatti cubriendo sus exagerados costes de desarrollo pese a sólo vender unas 600 unidades al año. Herbert Diess, CEO del Grupo Volkswagen, ha sido bastante exigente en este aspecto instando a sus marcas de posicionamiento más alto a incrementar su retorno si quieren seguir gozando de inversión.
El futuro coche eléctrico y mainstream de Bugatti se alejaría del concepto de hiperdeportivo de altísimas prestaciones en favor de una configuración Gran Turismo o incluso SUV. En cualquier caso debería ser un vehículo con capacidad para cuatro ocupantes y que ayudase a la marca a incrementar considerablemente sus cifras de ventas.
Esta receta es muy similar a la que ha seguido otra marca de la familia como Lamborghini con el lanzamiento del Urus, cuyo objetivo es duplicar las ventas de la casa del toro a nivel mundial. Es más, Winkelmann ya fue mandamás de Lamborghini, y fue él quien promovió la llegada de un Urus electrificado así que este movimiento en Bugatti no nos sorprende demasiado.
En cuanto al precio aún es pronto para aventurarse a nada, pero Winkelmann ha puesto como barrera un precio de 1 millón de euros, en una horquilla que arrancaría desde los 500.000 euros. Algo que se nos antoja realmente complicado para una marca en la que el coche más barato, el Chiron, supera los 2 millones de euros.
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