Mercedes, como muchos otros fabricantes, quiere subir en gama. Todavía más. Y lo hará proponiendo menos modelos compactos en su gama. Y los que proponga tendrán más contenido tecnológico. Además, la marca quiere desarrollar la gama de ultra lujo, potenciando los acabados Maybach y creando un nuevo sello para series especiales muy limitadas, Mythos.
En términos de gama del fabricante, esto significa que es muy posible que el actual Mercedes Clase A, tal y como lo conocemos, y sus derivados (Clase A sedan, Clase B y CLA) no tengan sustitutos. Y en caso de tener descendencia, que nadie espere un ver un A 180 o un A 200 como modelo de acceso a gama. En todo caso serían coches eléctricos y de elevado precio.
Mercedes apuesta por nuevas tecnologías, incluido el uso de la futura plataforma MMA y la próxima versión del sistema operativo MB.OS para coches eléctricos que se lanzará a partir de 2024. Son modelos cuyo desarrollo beberá del trabajo del prototipo EQXX.
De hecho, la idea de Mercedes es prescindir de los modelos de gran volumen y poco margen de beneficio. La gama de acceso a la marca podría incluso ser entonces un modelo equivalente al clase C, como lo fue antaño el Mercedes 190E y que la marca consideraba entonces como compacto (compacto con respecto al resto de su gama, claro).
En cuanto a potenciar los acabados Maybach, el nuevo Mercedes SL será uno de los primeros modelos, más allá del Clase S y del enorme GLS 600, en recibir una versión Maybach. Pero lo más interesante para la marca es la llegada de los modelos de la serie Mythos. Y uno de los primeros en llegar, por lo visto, será un speedster.
La emergencia climática, el endurecimiento de las normas, la electrificación, los cambios de uso y las crisis industriales (pandemias, escasez de chips y materias primas, etc.) están costando caro a los fabricantes de automóviles. Pero lo que buscan es más y más beneficios. A la vista de estos acontecimientos, la carrera por los volúmenes ha terminado.
A partir de ahora, la estrategia para ser rentable es aumentar el margen por vehículo producido. Vender menos pero más caro es un reto colosal para las marcas generalistas, pero algunas pueden apoyarse en una imagen de prestigio para justificarlo. Este es el caso, en particular, de Mercedes, que anuncia ahora un claro ascenso de categoría para los próximos años. Y es una de las pocas marcas que tiene legitimidad para hacerlo.
Limitar la oferta para subir los precios
Junto con el resto de la industria automovilística, Mercedes se ha visto sometida a un mercado en el que la escasez de semiconductores ha reducido artificialmente la oferta y aumentado la demanda. A Mercedes, como al resto de fabricantes, se le impuso el modelo de negocio de lujo.
Es el modelo de negocio que lleva aplicando Ferrari desde hace décadas e iniciado por Luca di Montezemolo (fabricar siempre menos para no satisfacer la demanda). Y a Mercedes, a pesar de la imposición, le ha gustado el resultado.
Los márgenes de beneficio de la marca pasaron del 6,2% en 2019, el último año "normal", con 2,3 millones de coches vendidos por parte de Mercedes, al 13,1% en 2021 (2,09 millones de unidades) y al 16,4% en el primer trimestre de este año (con un 10 % menos de coches entregados que en el mismo periodo de 2021).
Así, Mercedes-Benz vende menos coches que antes y gana mucho más que antes. Y es que son los coches de mayor precio y por tanto con mayor margen de beneficio que se venden en prioridad. ¿Entonces, para qué se van a molestar con un Clase A o un Clase B?
"Tenemos un experimento real que demuestra nuestra hipótesis", dijo Källenius en la presentación del Vision AMG. "En todos y cada uno de los segmentos, Mercedes será la elección de lujo", añadió el jefe de diseño Gorden Wagener.
Wagener presentó una variedad de nuevos coches, incluyendo el Vision AMG, que llegará en 2024, junto con un Speedster basado en el nuevo Mercedes SL que se convertirá en uno de los modelos de la nueva línea Mythos.