Siete extraños coches fruto de una sorprendente unión
Desde que el coche existe, las marcas de automóviles se han ido uniendo con otras para crecer o sobrevivir. A veces se trata de un rollo de una noche, quiero decir de un sólo coche, y otras veces es algo más duradero. Sea como fuere, desde la fundación de General Motors hasta FCA que utiliza el saber hacer de Mazda para resucitar el 124 Spider, las uniones de fabricantes han dado lugar a extraños modelos.
Algunos de esos modelos son ya famosos, otros no tanto y algunos de ellos son experimentos de marketing que las marcas prefieren olvidar. Y es que a veces, incluso la propia marca no está convencida del producto y no hace nada por venderlo. Nos adentramos en las notas a pie de página de la historia de algunas marcas que se unieron un tiempo dando frutos un tanto extraños. Son siete modelos cuya existencia resulta extraña.
Alfa Romeo Arna
En esa época, Alfa Romeo todavía no forma parte del grupo FIAT (está bajo tutela del estado italiano) y busca un rival para el Volkswagen Golf. A ser posible cuyo desarrollo no le cueste una fortuna que no tiene. En ese mismo momento, Nissan busca la manera de fabricar el Datsun Pulsar en Europa. Los dos se hablan, se entienden y crean la Alfa Romeo Nissan Automobili SpA.
Con la carrocería del Pulsar, lanzado al mercado en 1978, Alfa Romeo instala el motor boxer del Alfasud y presenta en 1983 el Arna. El proyecto fracasa estrepitosamente: el desarrollo fue precipitado, el diseño del coche tiene ya 5 años y el público lo identifica con Datsun/Nissan y no con el resto de la gama Alfa Romeo. Esto no ayuda a sanear las cuentas de Alfa Romeo y en 1986 Fiat toma el control de Alfa Romeo. Una de las primeras medidas que toma Fiat es suspender la fabricación del Arna tras 53.000 unidades.
Aston Martin Cygnet
Para algunos, el Aston Martin Cygnet será el modelo más extraño de esta pequeña lista. Normalmente son fabricantes que compiten en los mismos segmentos que se asocian para desarrollar un modelo en común y compartir gastos de desarrollo. Aquí es muy diferente. Una de las marcas más exclusivas del mundo, Aston Martin, se asocia con el mayor fabricante generalista del mundo, Toyota.
La razón es algo rebuscada. Aston Martin que ha dejado de formar parte de Ford debe rebajar la media de emisiones de su gama de deportivos. La única manera y más económica es la de añadir un modelo de muy bajo consumo a la gama. Los eléctricos son todavía muy caros, así que deciden "personalizar" el Toyota iQ, rival del Smart, para que la media del fabricante baje.
El problema es que la media no es teórica, sino sobre los coches vendidos. Inicialmente, la idea era proponerlo como opción a un V8 Vantage o DB9, luego se pasó a incluirlo como parte de un pack con el DB9 y por último se vendió como modelo separado. Aún así, no tuvo éxito (casi 50.000 euros para un iQ...). Finalmente, en Aston Martin se dieron cuenta que les era más rentable comprar créditos de emisiones, a Tesla por ejemplo, que crear otro engendro.
Fiat 124 Spider
Si buscas la manera de disponer de un coche halo y deportivo a bajo precio, el socio ideal es sin duda Mazda y su MX-5. El nuevo Mazda MX-5 es sencillamente genial y más fiel que nunca al concepto original del Miata de 1989 y del Lotus Elan de los años 60. Su ligereza y su dinamismo en carretera deberían ayudar mucho a que el Fiat 124 Spider sea todo un éxito. Aún así, la unión de Mazda y FCA es de las más extrañas que haya, pues ambas marcas tienen una cultura empresial diametralmente opuesta.
Honda Crossroad
A principios de los años 90, los todoterrenos y primeros SUV empiezan a seriamente ponerse de moda. Honda no dispone todavía de un modelo apto para ese segmento. En Estados Unidos, Honda utilizó el Isuzu Trooper para crear el Acura SLX. Pero el Isuzu lo pusieron de tantas guisas -Opel Monterey, por ejemplo- que ya no es extraño.
Sin embargo, Honda tiene acuerdos con Rover. Y los ingleses saben mucho de 4x4. Así, para Japón y Nueva Zelanda Honda vendió el Land Rover Discovery como Honda Crossroad a partir de 1993. Equipado con el V8 3.9 litros Rover y fabricado en Inglaterra, el coche no tiene nada de Honda, salvo los logotipos. No fue un éxito, entre 1993 y 1995 se fabricaron 928 unidades.
Kia Elan
Más extraño aún que el acuerdo entre Fiat y Mazda es el de Lotus y Kia. Cuando Lotus dejó de fabricar el Elan M100 de tracción delantera e 1995, le vendió los derechos a Kia. Y es que Lotus no pasaba por su mejor momento financiero.
Kia era todavía una marca independiente y quizá buscaba la manera de darse a conocer y mejorar su imagen, sobre todo en Corea. Un pequeño roadster ideado por Lotus no es una mala carta de presentación, aunque sea el M100. En la versión Kia, los motores Isuzu dejan sitio a un 1.8 litros 16 válvulas de origen Kia que desarrolla 151 CV. Kia lanza el coche en 1997. Mientras tanto Kia fue comprada por Hyundai, pero el Elan se mantuvo en catálogo y se habrían vendido unas 1.000 unidades hasta 1999, año en el que dejó de fabricarse.
SAAB 600
En los años 70, SAAB tiene una gama compuesta por tres modelos, el 90, el 99 y el 900. Por entonces ya tenía problemas financieros y desarrollar un nuevo modelo tiene un coste que no se puede permitir. En los años 70, las marcas propiedades de una familia no son muchas. Agnelli controla el grupo Fiat y los Wallenberg, SAAB. Entre grandes fortunas se conocen y se entienden. Además, Fiat no tiene reparos en licenciar sus modelos a todo aquel que quiera pagar. Así, desde 1978, SAAB vende en suecia el Autobianchi A112 en su red de distribución.
Como el acuerdo con Autobianchi le funciona a SAAB, piensan en Lancia; al fin y al cabo es una marca con un posicionamiento similar al de SAAB. Fiat accede y SAAB pasa a vender en Suecia el Lancia Delta bajo el nombre de SAAB 600 en 1980. Con respecto al Delta no cambia nada, salvo los logtipos. El motor es el 1.5 litros de 85 CV. Se mantuvo poco tiempo en la gama SAAB, vendiéndose 2.000 unidades de 1980 a 1982 .
Volkswagen Routan
El Volkswagen Routan es uno de esos coches que no pasarán al olvido más absoluto porque es una rareza. En algún momento, Volkswagen decidió que su Transporter no servía como minivan en Estados Unidos, a pesar de tenerlo casi todo: espacio, puertas corredizas, potentes motores, infinitas posibilidades de personalización, etc.
Ciertamente, habría necesitado un esfuerzo de marketing para quitarle la posible imagen de vehículo comercial. De todos modos, siempre habría sido mejor que asociarse con Chrysler y pedirles el Town & Country. Vale, ahora es fácil decirlo, pero en su día quizá parecía una buena idea. El Routan se mantuvo de 2008 a 2013, pero sus ventas fueron muy bajas, provocadas en parte por las numerosas críticas de sus acabados y construcción que experimentó.
Bonus Track: SAAB 9-2X (o Saabaru)
SAAB, un fabricante de aviones, asociado a Subaru, otro fabricante de aviones (entre otras cosas) era en teoría una buena idea. Es más, ambas marcas son muy originales y sus modelos tienen un carácter muy suyo. Sin embargo, la asociación fue forzada por General Motors... Éste posee SAAB y quiere subir las ventas de la marca en EE.UU., pero sin realmente invertir en ello. También posee el 20 % de Fuji Heavy Industries, la casa madre de Subaru. La solución pasa entonces por tomar prestado a Subaru el Impreza break y retocar el diseño para darle un aire de SAAB. El resultado puede parecer extraño, aunque personalmente me encanta.
El SAAB 9-2X, es su nombre, une lo mejor de Subaru, como los motores boxer (2.5 litros de 165 CV y 2.0 litros turbo de 227 CV) o la tracción integral, y lo mejor de SAAB en EE.UU. (diseño, equipamiento). Los que lo han probado dicen que a nivel dinámico es una maravilla. El problema es que SAAB lo vendía como un coche premium y cómodo, cuando en realidad era un pequeño deportivo disfrazado de break. Además, los acabados de Subaru siempre fueron un poco austeros y la clientela se esperaba encontrar algo más, digamos, lujoso. Finalmente, por no saber vender el coche, tan sólo 10.324 unidades en los dos años que se mantuvo en producción (2004 y 2005) encontraron dueño.
Gracias a Badlands por la idea del artículo.
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