Hyundai ha desvelado la tercera generación de su utilitario i10. En un segmento del mercado donde sus rivales van desapareciendo y otros no serán renovados, la marca surcoreana apuesta por un coche con un diseño más desenfadado, motorizaciones exclusivamente gasolina y un contenido tecnológico habitualmente reservado a los coches de mayor tamaño y precio.
Varias son las marcas que están abandonando el segmento de los coches urbanos (el segmento A) o bien que no tienen previsto renovar su propuesta actual cuando llegue al final de su vida comercial. Opel, por ejemplo, ha eliminado el Karl de su gama y PSA no renovará su colaboración con Toyota para los Citroën C1 y Peugeot 108. Otros fabricantes aprovechan para electrificar esos modelos, como SEAT con el Mii o smart cuyos modelos serán todos eléctricos a partir de 2020.
Hyundai por su parte no piensa retirarse del segmento y propone una nueva generación del Hyundai i10 que podremos ver en unos días en el Salón de Fráncfort. Y lo hace con un modelo exclusivamente disponible con motores gasolina. Y es que muchas veces la razón de compra de un modelo del segmento A es su precio contenido y no su compacidad. Y de momento, un precio con una versión eléctrica no se podría lograr.
La tercera generación del Hyundai i10 ha sido objeto de un profundo restyling para atraer a los clientes más jóvenes. Los pasos de las ruedas traseras se han ensanchado, haciendo engordar el i10 en 20 mm, mientras que la línea del techo es 20 mm más baja con respecto al modelo saliente.
La distancia entre ejes ha crecido en 40 mm, pero con voladizos delanteros y traseros más pequeños, la longitud total solo ha aumentado 5 mm, estableciéndose en 3,67 metros. Esto debería mejora la habitabilidad en las plazas traseras. Al mismo tiempo ofrece un maletero de 252 litros de capacidad, uno de los más grandes del segmento.
Al igual que con el i10 actual, las luces LED diurnas se encuentran dentro de la calandra, que se ha ampliado para reflejar el actual lenguaje estético de Hyundai. Las llantas de aleación de 16 pulgadas junto con las posibilidad de optar por un techo de color diferenciado -en negro o rojo- y las 22 combinaciones de colores posibles hacen que el i10 también sea ahora un modelo más personalizable que el modelo actual.
A bordo, los materiales utilizados, los sistemas de conectividad y seguridad provienen de las gamas superiores de Hyundai, incluida una pantalla táctil de 8.0 pulgadas que, según Hyundai, es la más grande disponible en el segmento.
Ayudas a la conducción y conectividad
Se incluye la compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, así como la carga inalámbrica de teléfonos inteligentes y una cámara de visión trasera. También integra una serie de servicios de conectividad vía app, como la ubicación controlada por la aplicación, precios de combustible en tiempo real y la posilidad de enviar instrucciones de navegación desde el móvil.
A destacar que también contarán con sistemas automáticos de frenado de emergencia y asistencia de salida de carril, equipamientos todavía inusuales en este segmento.
En el lanzamiento estarán disponibles dos motores de gasolina. El primero será un bloque de tres cilindros 1.0 litros de 66 CV, mientras que el segundo será un cuatro cilindros 1.2 litros de 83 CV. Ambos podrán ir asociados a un cambio manual de cinco velocidades o automática de cinco relaciones. Con el cambio automático, Hyundai asegura que ofrece un consumo inferior con respecto a una caja de cambios automática tradicional debido a su ligereza y fricción reducida.
Se habla de un motor de gasolina de tres cilindros sobrealimentado y de mayor potencia que se uniría a la gama después del lanzamiento, con la posibilidad de un N Line mejorado o un verdadero i10 N con una puesta a punto deportiva. Aunque en este segmento, sería arriesgarse demasiado.