El desierto de sal de Bonneville ha vuelto a ser protagonista junto a un vehículo muy especial, en esta ocasión se trata de un coche híbrido, el Hyundai Ioniq. Y es que ahora el Ioniq ostenta el récord de velocidad sobre tierra en un vehículo híbrido aprobado por la FIA.
La cifra obtenida ha sido de 253,995 km/h (157,825 mph) y para ello el modelo coreano se ha tenido que modificar en muchos puntos, no es ni de lejos el modelo de serie. Veamos qué se ha cambiado en el Ioniq para hacerle así de veloz.
Este prototipo incluye cambios en motor, aerodinámica, peso, chasis, suspensión y seguridad. Para empezar se han eliminado las restricciones del motor con una reprogramación de la ECU y el cambio, se han eliminado accesorios innecesarios como el aire acondicionado, también hay cambios en la admisión y el escape, pero el mayor regalo es una gran botella de óxido nitroso.
No sólo cambios en el motor
En cuanto a la aerodinámica se ha cambiado la parrilla delantera por la del Ioniq eléctrico (que es cerrada), se han incluido diferentes deflectores y se han modificado los bajos. Además se ha reducido el peso eliminando todo lo supérfluo en el interior.
El chasis ha visto cómo se cambiaba a un sistema de suspensión y amortiguación de competición, nuevas barras estabilizadoras y una rebaja en la altura de la carrocería de 100 mm. Llantas aligeradas con tapacubos aerodinámicos y neumáticos Goodyear Eagle.
En cuanto a seguridad nada especial que no encuentres en un coche de carreras: barras antivuelco, arneses de seis puntos, desconectador de baterías, sistema de extinción de incendios integrado... bueno sí, hay algo diferente, un paracaídas para usar como freno.