Portugal acaba de inaugurar el que hasta la fecha es su mayor proyecto en materia de energía renovable: una gigabatería hidroeléctrica con tres presas y tres centrales con una capacidad instalada de 1.158 megavatios (MW), lo que representa un aumento aproximado del 6 % en la potencia eléctrica total instalada en el país.
El complejo, situado en la localidad norteña de Tâmega y creado por Iberdrola, tendrá capacidad para producir 1.766 GWh al año, suficiente para cubrir las necesidades energéticas de los municipios vecinos y las ciudades de Braga y Guimarães (440.000 viviendas).
Además, según la compañía esta gran infraestructura “tendrá una capacidad de almacenamiento de 40 millones de kWh, equivalente a la energía que consumen 11 millones de personas al día en sus hogares”.
Uno de los mayores sistemas de almacenamiento de Europa
La gigafactoría portuguesa ya es una realidad tras ocho años de construcción y una inversión de más de 1.500 millones de euros. El proyecto se compone de tres centrales eléctricas y tres presas (Alto Tâmega, Daivôes y Gouvâes), que tienen capacidad de bombeo reversible.
Esta característica hace posible que el excedente de energía producida pueda almacenarse para ser empleado a posteriori (cuando haya picos de demanda, por ejemplo). Así, se puede almacenar agua del embalse de Daivões en el de Gouvães -que tienen un desnivel entre ambos de más de 650 metros- y aprovechar el máximo de energía producida en el proceso.
Según Iberdrola, la capacidad para aprovechar los excedentes es crucial para garantizar un suministro constante. Además, calcula que Tâmega “eliminará el fin de las emisiones de 1,2 millones de toneladas de CO₂ anuales y diversificará las fuentes de generación, eliminando las importaciones de más de 160.000 toneladas de petróleo al año”.
En términos de empleo este gran proyecto promete generar hasta 3.500 puestos de trabajo directos y 10.000 indirectos (el 20 % de ellos de localidades vecinas) en su fase de construcción y puesta en marcha, a través de más de 100 proveedores, de los que 75 son portugueses.
El proyecto también incluye en su Declaración de Impacto Ambiental (DIA) una serie de medidas de compensación del sistema ecológico, como “la reforestación de más de 1.000 hectáreas, la plantación de 17.000 alcornoques y actuaciones para mejorar las poblaciones de fauna protegida que se encuentran en el área”.
Además, se construirán dos parques eólicos y se conectarán a la gigabatería, convirtiendo el complejo en una planta de energía híbrida, cuya potencia final se espera que alcance los 300 MW, lo que lo convierte en uno de los mayores proyectos eólicos de Portugal.
La empresa podrá gestionar la oferta y la demanda entre hidroeléctrica y eólica en función de la disponibilidad de ambos recursos, pero también de la dinámica de los precios del mercado eléctrico.
El presidente del grupo Iberdrola, Ignacio Galán, ha anuncuado en la presentación del proyecto que la compañía “podrá duplicar las inversiones realizadas en la gigabatería en los próximos años, alcanzando los 3.000 millones de euros”, que se destinarán a nuevos parques eólicos y plantas solares ya en desarrollo o construcción.