Adiós al mayor problema de la energía eólica. China está preparando aerogeneradores flotantes que no tienen palas gigantes

Adiós al mayor problema de la energía eólica. China está preparando aerogeneradores flotantes que no tienen palas gigantes
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La energía eólica depende de que la fuerza del viento sea suficiente para mover las enormes palas de los aerogeneradores. Sin no lo es, la producción de energía se interrumpe. Es uno de los problemas de las renovables: producen energía limpia, pero dependen de la climatología. Por eso son determinantes sistemas de almacenamiento que guarden el excedente en elevados picos de producción, para que no se pierda.

Pero además de la intermitencia, los aerogeneradores tienen otros inconvenientes: exigen espacios abiertos para instalarlos. Por ello, se han empezado a instalar en el mar. Pero otra solución son los generadores flotantes, como este sistema desarrollado por China. Y a su vez, son más eficiente gracias a que se pueden elevar centenares de metros sobre la superficie.

Una turbina metida de una cometa gigante para dar electricidad a decenas de hogares

En altitudes elevadas, los vientos son más fuertes y constantes en comparación a los más cercanos al suelo. Son por tanto una fuente potencialmente significativa de energía renovable. Por ello, los aerogeneradores se instalan en colinas y elevaciones, pero siempre tienen que ser zonas accesibles para que los operarios puedan acceder a ellos. La altitud a la que pueden colocarse es limitada.

Este problema no lo tienen los conocidos como Buoyant Airborne Turbine (BAT), o turbina flotante aerotransportada en castellano. Ejemplo de ello es el S500 desarrollado en China, por Beijing SAWES Energy Technology en colaboración con varios centros de investigación. O previamente el desarrollado por la norteamericana Altaeros Energies, que fue el primero concebido.

El BAT es una suerte de zepelín sostenido con helio que aloja una enorme turbina en su interior, aunque anclado al suelo mediante cables conductores de alta resistencia que son los que recogen la energía generada. Su diseño permite que se mantenga estable en el aire y a su vez puede soportar duras condiciones y vientos cercanos a los 200 km/h. Esta turbina flotante puede por tanto elevarse en altas zonas de la troposfera, aprovechando los fuertes vientos a los que los terrestres no llegan.

Así, prometen ser más eficientes para producir energía renovable: los creadores de estos sistemas aseguran que puede generar entre dos y tres veces más de energía limpia que las turbinas de superficie tradicionales. Se promete que podrían dar electricidad a 15 hogares de elevada demanda energética o incluso a un pequeño pueblo.

El S500 firmó en octubre un récord de altura sobrevoló la ciudad de Jingmen, en la provincia de Hubei, a 500 metros sobre el suelo, generando energía a un ritmo de más de 50 kW según Beijing SAWES Energy Technology. Tras ese hito, planean probar una generación de 100 kW, elevándola 1.000 m.

Generar electricidad en terremotos, desastres y emergencias. Además de aprovechar más eficientemente la fuerza del viento llegando a donde no llegan las turbinas tradicionales, los aerogeneradores flotantes tienen otra evidente ventaja: su impacto ambiental es menor. Al no instalarse en superficie, no afectan a fauna y flora de una zona o el océano. Y a su vez al no requerir instalación fija, en teoría, abaratan su coste.

Pero no es lo único: dado que no están en lugar permanente, pueden moverse a zonas inaccesibles. Así, pueden ser útiles generadores de energía en situaciones de emergencia como rescates o desastres naturales, donde o bien no hay suministro eléctrico o bien se ha cortado por un terremoto, una innundación o cualquier otra incidencia.

"El S500 está desarrollado para situaciones como rescate de emergencia, topografía y cartografía, y seguridad urbana. Cuando se produce un terremoto o una inundación, se puede poner en marcha rápidamente para garantizar el suministro eléctrico y la comunicación en el lugar", señala Weng Hanke, director de tecnología de Beijing SAWES Energy Technology

"Está diseñado para ser desplegado rápidamente en cualquier lugar y reduce significativamente el impacto humano y de la fauna en comparación con las turbinas eólicas comunes", defienden a su vez desde Altaeros Energies.

Tener que convivir con aviones. No obstante, esta tecnología también tiene inconvenientes. Primero que operar y manejarla, a centenares de metros de altura, sumado al reto que supone recoger su energía generada.

Pero no es lo único, al elevarse a centenares de metros puede ser un riesgo potencial para las rutas aéreas, y obliga a desarrollar nuevos protocolos y regulaciones para garantizar que coexistan con seguridad. Lo que supone a su vez una barrera regulatoria.

Por último, y aunque promete ser más barato que los aerogeneradores de superficie, los costes de desarrollo así como las pruebas y su despliegue fueron bastante notables en el caso del firmado por Altaeros Energies. De ahí que apenas tuviera aplicación práctica. Por ello tiene sentido que se utilicen más puntualmente en situaciones de emergencia que de forma continuada. 

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