Noruega está cerca de convertirse en el primer país del mundo en dejar atrás los coches de combustión, pues si la cadena de suministros lo permite, se prevé que a lo largo de este año las ventas de vehículos eléctricos en el país nórdico crezcan hasta llegar al 80% del mercado total.
Con la intención de adelantarse a los problemas derivados del fin del ciclo de vida útil de las baterías de todos estos vehículos, en el país nórdico surgen cada vez más proyectos enfocados al reciclaje. Así, Morrow Batteries, Li-Cycle y ECO STOR acaban de anunciar la creación de una planta de reciclaje de baterías que estará situada en el sur de Noruega, y que será capaz de procesar miles de toneladas de baterías de ion-litio al año.
Un circuito cerrado en la cadena de valor de las baterías
Según muestran los datos oficiales en 2021 las ventas de coches eléctricos en Noruega representaron casi dos tercios de las totales. Concretamente, de los 176.276 vehículos vendidos el año pasado en el país, el 65 % eran coches totalmente eléctricos. De entre ellos, el que más éxito obtuvo fue el Tesla Model 3.
Uno de los mayores desafíos del coche eléctrico es el reciclaje de las baterías al final de su vida útil, pues según un estudio de Greenpeace, un total de 12,85 millones de toneladas de baterías de coches eléctricos llegarán al final de su vida útil entre 2021 y 2030.
Ante semejantes cifras de ventas y las optimistas previsiones de cara a los próximos años, parece que Noruega no solo está tomando la delantera en cuanto a mercado, sino que también busca convertirse en todo un referente para la industria del reciclaje de baterías en Europa y quiere minimizar el impacto negativo que crean estos componentes en el medio ambiente.
reciclaje Noruega
Hace más de un año que la compañía Hydro Volt anunció la construcción de una planta de reciclaje de baterías en el municipio noruego de Fredrikstad, que estará operativa este año y tendrá la capacidad de procesar 8.000 toneladas de baterías al año.
Ahora, el conglomerado formado por las compañías locales Morrow Batteries y Eco-Stor junto a la canadiense Ly-Cycle, sube la apuesta y acaban de anunciar un proyecto inminente para el sur de país: una planta capaz de reciclar 10.000 toneladas de baterías de ion-litio al año, “incluyendo restos de fabricación, pack de baterías de coches eléctricos y sistemas de almacenamiento y reserva”, como han anunciado en un comunicado oficial.
Por su parte, Morrow Batteries ya está construyendo una fábrica de celdas de batería de categoría mundial con una capacidad anual prevista de 43 GWh, utilizando energía hidroeléctrica 100 % renovable para garantizar la menor huella de CO₂ posible.
Eco-Stor proporcionará a la empresa conjunta baterías de iones de litio al final de su vida útil, y Morrow proporcionará la chatarra de fabricación de baterías de iones de litio de sus instalaciones de fabricación de baterías previstas en Noruega.
Li-Cycle será la empresa mayoritaria del conglomerado y proporcionará al proyecto el equipo, la tecnología, los servicios técnicos y la gestión operativa de la instalación de reciclaje, al tiempo que tendrá derecho a adquirir el 100% de la producción de masa negra (black mass) resultante de la instalación.
Con el proceso que emplearán en la planta de reciclaje, denominado “Spoke & Hub”, las empresas aseguran que serán capaces de recuperar un 95% de los materiales que constituyen la batería y optimizar la sostenibilidad ambiental sin producir desechos. Se prevé que esta futura planta de reciclaje de baterías esté operativa a finales de 2024.
En Motorpasión | La subida imparable del precio del litio y su efecto en el precio del coche eléctrico: lo que nos depara 2022