Con los biofuels y los combustibles sintéticos en el punto de mira ante el fin de los motores de combustión en 2035, ya se están buscando soluciones intermedias con productos que poco tienen que ver con la esfera automotriz, como es el caso del aceite reciclado y las grasas naturales. En este caso es la leche.
En Michigan, una centenaria cooperativa de productores de leche se ha unido a una destilería canadiense para procesar este alimento y convertirlo en biocombustibles de primera generación para 2025.
Primero vodka, y ahora etanol para fabricar gasolina 'blanca'
La Asociación de Productores de Leche de Michigan, una cooperativa de más de 1.000 productores de leche con dos plantas de procesamiento en el Estado, ha creado una empresa conjunta con la canadiense Dairy Distillery, que produce un vodka de leche llamado 'Vodkow.'
A través de la filtración del suero de leche, han encontrado en el permeado de leche una nueva forma de fabricar bebidas alcohólicas -como el vodka o gel hidroalcohólico-. Y ahora van a por los biocombustibles o bioalcoholes.
El plan es procesar esta filtración del suero de la leche para convertirlo en más de ocho millones de litros de etanol al año, explican desde Autonews Europe, para usar en automóviles y camiones a partir de 2025.
Este subproducto de la leche se canalizará directamente desde la planta de procesamiento de leche a una planta de etanol, donde se fermentará utilizando la tecnología de destilería de lácteos para producir etanol. Luego, el etanol se procesará para eliminar el agua restante.
Aseguran que esa cantidad de etanol, cuando se mezcla con gasolina, puede compensar 14.500 toneladas métricas de carbono al año. No obstante sigue siendo una solución poco sostenible en su fase de producción debido al etanol.
Además estamos ante un producto -la leche- cuya producción contribuye con el 14,5% de las emisiones globales de origen antropogénico, con aportes del 44% de metano 29% de óxido nitroso y 27% de dióxido de carbono.
Un punto que no aclaran los artífices de esta nueva tecnología es si planean con ella aumentar la rentabilidad de la leche -lo que mantendría en la ecuación que se trata de una industria altamente contaminante que quiere dar un nuevo uso al producto-, o utilizar el subproducto sobrante para fabricar esta nueva 'gasolina'.
Tampoco se han dado detalles acerca del precio de este nuevo biocombustible, pero si se escala la producción y aumenta la oferta es de esperar que bajen los precios de una tecnología cuyo uso aún está lejos de ser extensivo.
No obstante, está previsto que se de el pistoletazo de salida a principios de 2025 gracias a una inversión de 41 millones de dólares.