Con olas de calor cada vez más frecuentes y largas en nuestro país, especialmente duras para los habitantes de los núcleos de las grandes ciudades donde escasean los árboles, están empezando a surgir interesantes soluciones tecnológicas que buscan ayudar a bajar la temperatura. Ejemplo de ello es el ‘Jardín del Viento’ de Madrid.
Este proyecto firmado por el estudio de arquitectura holandés West 8, que se ubicará en el ‘Parque Central de Madrid Nuevo Norte’ del norte de la capital, es una super estructura que promete ser capaz de refrescar la temperatura hasta en cuatro grados y generar un microclima único.
Así será el “Jardín del Viento”: más que una estructura
jardin del viento
Este futuro nuevo pulmón verde para Madrid, que por el momento solo podemos ver en renders, es un proyecto multidisciplinar diseñado por el director del estudio “West 8”, Adriaan Geuze, y Fernando Porras-Islas, el director de “Porras Guadiana Arquitectos” (quienes ya formaron parte de “Madrid Río”).
En esencia, el ‘Jardín del Viento’ es una estructura de gran tamaño con forma de espiral y recubierta de auténtica vegetación que pretende captar el viento a gran altura y aprovecharlo para refrescar su interior “entre tres y cuatro grados”, como apuntan sus responsables.
Según ha declarado en una entrevista con ‘El Español’ el que será uno de los artífices de su construcción, Juan Tur, esta estructura “estará levantada en el punto donde hemos detectado la principal confluencia de mayor intensidad de los vientos. Es realmente un artefacto o una pieza climática que lo que genera en su interior son unas condiciones de mayor frescor”.
En este sentido, Fernando Porras-Isla indica que “al levantar esta espiral húmeda, vegetal y que incorpora sombra, junto con el análisis previo para determinar el punto de construcción; se consigue que el viento sea más frío y baje, logrando generar unas brisas un poco más acentuadas de lo que por naturaleza haría ese lugar”.
Su cubierta estará dotada de riego y nebulizadores para la vegetación que, al mismo tiempo que la riegan, ayudan a que la brisa descienda hacia la parte donde estarían los peatones y a esparcirla por el resto del parque, casi como haría un gran ventilador. Este espacio verde, en cuyo interior se podrán hacer incluso eventos, se convertirá por la noche en una “especie de objeto animado a través de la luz” mediante proyecciones interactivas.
Además “su identidad está ligada a la memoria del lugar”, pues este espacio público que se ha ideado con el objetivo de que se transforme en el principal punto de encuentro del parque estará situada sobre la losa que cubre el haz de vías que durante décadas ha ocupado este espacio de Chamartín.
“Será la nueva puerta de bienvenida a Madrid para los visitantes que vengan de los nodos de transporte público, en especial de la futura estación de Chamartín y su intercambiador de transportes”, dice Geuce.
Por esta misma razón, el diseño se basa en la disposición habitual de las vías, dando lugar a una serie de líneas que recorren longitudinalmente el que será el Parque Central (que tendrá una superficie de 14,5 hectáreas) y que, además, permitirá unir los barrios que lo rodean, cerrando la histórica brecha que hasta ahora parte en dos el norte de Madrid.
Se espera que este proyecto multidisciplinar, que contará con la colaboración de más socios como las ingenieras TYPSA e INES, esté terminado antes de 2030.
Y es que si se cumplen los calendarios para las obras de Madrid Nuevo Norte, el proyecto arrancará en la zona de Las Tablas en 2024 y en 2025 en Fuencarral-Tres Olivos. En total, el proyecto Madrid Nuevo Norte, abarcará una superficie de más de 2,5 millones de m².