En el año 2014, se fundó la empresa Hyperloop One y puso en marcha el proyecto de hyperloop más ambicioso. El objetivo era revolucionar el mundo haciendo realidad una idea que se inventó en 1870: cápsulas que transportan a gente por tubos de vacío a una velocidad ultrarrápida.
Casi una década después, Hyperloop One es el enésimo proyecto de hyperloop que fracasa en los últimos años. La compañía cerrará dentro de unos días, todos sus trabajadores se quedarán en la calle y su tecnología se venderá al mejor postor.
El Hyperloop One fracasa sin haber demostrado nada (más allá de ser un pozo de dinero sin fondo)
Elon Musk tiene muchos sueños. Algunos los cumple y otros no. El Hyperloop tiene toda la pinta de que será uno de estos últimos porque la idea de transportarnos en vagones que viajan a más de 1.000 km/h por túneles de vacío cada vez tiene más papeletas de no salir adelante.
Desde que el dueño de Tesla rescató la idea de crear este medio de transporte, que se inventó a finales del siglo XIX, numerosas empresas e incluso países se han interesado en ella. También se ha gastado mucho dinero en intentar hacer realidad el hyperloop, pero el tiempo pasa y sigue siendo una utopía.
Por el camino se han quedado muchas de esas empresas y, aunque sigue habiendo proyectos de hyperloop, cada vez quedan menos. El último en fracasar es el de Hyperloop One, uno de los que más ruido ha hecho, en parte porque ha contado con la inversión de Virgin hasta el año 2022.
La empresa dejó de apoyar a Hyperloop One el año pasado, cuando la start up decidió convertir su hyperloop en un medio de transporte de mercancías y abandonar la idea de construir un medio para personas. Unos meses más tarde, no servirá para transportar personas ni mercancías porque cierra.
Tendrá que ser el hyperloop de otra empresa el que revolucione el mundo. Según informa Bloomberg, los trabajadores de esta start up se quedarán en el paro esta misma semana y el material de la compañía se venderá.
El máximo logro que ha conseguido Hyperloop One hasta ahora es mover a dos personas a 170 km/h a lo largo de 500 metros en una pista de pruebas cerca de Nevada. Lo que nunca logró es un contrato por parte de un gobierno para que su hyperloop tomase forma y ese es uno de los motivos de su fracaso, a pesar de que al poco de fundarse la empresa consiguió 450 millones de euros de financiación.
En cualquier caso, que Hyperloop One no ha salido adelante es por culpa de los costes desorbitados que tiene este proyecto. La física, el marco legal e incluso el medio ambiente tampoco ayudan a este medio de transporte que, de momento, seguirá siendo una utopía (o un golpe de realidad) y otro de los sueños de Elon Musk (y Richard Branson). Si bien es cierto que todavía hay quien lo sigue intentando, incluso hay fondos europeos reservados para un futuro Hyperloop..