Visto y no visto. Max Verstappen tiene que preguntar si eso que acaba de pasar volando a pie de pista es el dron más rápido del mundo. Pues sí. Red Bull y el equipo holandés Dutch Drone Gods han tardado más de un año en crear un dron que promete acelerar dos veces más rápido que un coche de Fórmula 1, alcanzando los 300 km/h en sólo 4 segundos y con una velocidad máxima de más de 350 km/h.
Este 'juguete' ha sido creado especialmente para seguir por el circuito al tres veces campeón del mundo (y ojo que el viento sopla a favor del piloto en esta temporada) y conseguir una toma ininterrumpida. Las imágenes son impresionantes.
El desarrollo de este 'aparato' se aceleró gracias al acceso a los conocimientos y procesos de Red Bull Advanced Technologies, una rama de ingeniería de alto rendimiento del equipo de Fórmula 1 Oracle Red Bull Racing, y se probó primero con los coches RB8 y RB19 pilotados por Liam Lawson y David Coulthard.
Claro que al principio fue en rectas y con resultado favorable para el dron, pilotado con mucha maña por cierto por Ralph Hogenbirk, también conocido como Shaggy FPV. El verdadero reto vendría en el trazado de Silverstone y con el RB20 de Verstappen.
El resultado es que la primera toma única FPV ininterrumpida del mundo fue capturada por un dron personalizado y pilotado manualmente, diseñado específicamente para el reto de seguir el ritmo del coche a velocidades de más de 300 km/h.
Y no es tarea fácil. El piloto controló la ruta de vuelo del dron utilizando un controlador de radio, observando la trayectoria de vuelo únicamente a través de gafas que proporcionaban una vista de baja resolución desde el punto de vista del dron. El ángulo de la cámara se ajustó simultáneamente con un pedal, lo que requirió precisión en la coordinación mano-ojo para ofrecer un primer plano fluido de un coche de F1 a más de 300 km/h.
Claro que toda esa potencia penaliza inevitablemente la autonomía del dron. Mientras que los drones de consumo medio viajan a unos 60 km/h, con una duración aproximada de la batería de 30 minutos, este nuevo 'misil' diseñado para perseguir al RB20 necesitaba volar con la agilidad de un coche de F1. Esto significa que necesita grandes aceleraciones y desaceleraciones, las cuales redujeron notablemente la duración de la batería a aproximadamente 3 minutos y a una velocidad reducida.
"Para el piloto hay muchas cosas que hay que tener en cuenta, por ejemplo evitar puentes y anticipar nuestros puntos de frenada, ya que tenemos pedal de freno pero en el aire funciona diferente. Así que creo que es muy estresante estar tan concentrado", reflexiona Verstappen sobre la pericia de Hogenbirk. Sin duda una nueva forma inmersiva de ver la F1.