Va llegando la hora de que la FIA tome cartas en el asunto, si no será la historia de nunca acabar. Antes de Barhéin, McLaren y Renault ganaron una batalla pero no la guerra, y tendrán que revisar sus difusores de cara a Australia. El problema es que, de acuerdo con el reglamento puede existir un agujero en el difusor para introducir la pieza de arranque del motor (que es externa al monoplaza), pero las dimensiones mínimas y máximas de ese agujero no están definidas, por lo que muchos equipos exageran el tamaño para conseguir un beneficio aerodinámico.
Por lo tanto, se impone que la FIA publique antes del GP da Australia aclaraciones y definiciones sobre la reglamentación de los difusores. Antes de la carrera de Barhéin todos los modelos (en la foto, el de Jenson Button) fueron inspeccionados por el delegado técnico Charlie Whiting, y según publica la web de la revista Autosport, algunos equipos estarían utilizando los agujeros del arranque de motores para aumentar el efecto de los difusores. De acuerdo con la publicación, la FIA tuvo conversaciones con al menos tres escuderías para resolver el problema (incluidas McLaren y Mercedes) y queda claro que los equipos están explorando el reglamento y exprimiéndolo al límite, incluso estarían actuando por fuera del mismo.
Por su parte, Martin Whitmarsh de McLaren ha salido a defender a su equipo:
No creo que alguien tenga una actitud en contra de eso, sólo existen algunas preocupaciones. Hay un agujero en el difusor para el arranque, pero el de nuestro coche nos es más grande que el del coche campeón (del año pasado) ni del de otros cuatro monoplazas."
La experiencia ya nos vale: todo lo que no esté definido hasta el último detalle es territorio de búsqueda de mejoras por parte de las escuderías, siempre al límite, porque cada milésima de segundo cuenta.
Vía | Tazio