No podía haber escogido otro sitio más adecuado el piloto británico para volver a subirse a lo más alto del podium: en Silverstone y ante una marea de aficionados equipados con sus Union Jack que han disfrutado con la victoria de Lewis Hamilton en el Gran Premio de Reino Unido de Fórmula 1.
Sin embargo, la carrera no ha sido tan fácil como de costumbre para el piloto de Mercedes. Para empezar, los dos Williams le han sorprendido con una salida estratosférica, robándole la posición de honor desde la que salía. Por suerte, su mala salida se ha visto acompañada por otra nada buena salida de Nico Rosberg, y conservar plaza con su compañero de equipo ha sido al final decisivo.
Desastrosa estrategia de Williams
¿Por qué mantenerse delante de Nico Rosberg ha sido clave? Pues en muy buena parte, porque Williams ha llevado a cabo una estrategia lamentable que ha mantenido siempre abiertas las opciones de ponerse líder Hamilton ya en la primera parada. Con un Valtteri Bottas claramente más rápido que Felipe Massa, que lideró la carrera en esa primera fase, Williams no sólo no dio órdenes de deja rpasar a Bottas y permitirle marcar su ritmo y escaparse del trenecito, sino que en un primer momento prohibió expresamente al piloto finlandés atacar a Massa.
Ante eso, Lewis Hamilton tuvo suficiente con mantenerse enganchado al trenecito de Williams que estaba montando Massa durante el primer stint, hacer un undercut parando antes que la pareja de Williams, y su liderato estaba servido en bandeja de plata. Demasiado fácil, pero no es la primera vez que Williams tira a la basura una opción real de lograr un enorme resultado. Si Rosberg hubiera pasado a Hamilton en la salida, seguramente él hubiera tenido el privilegio de ser el primero en intentar este undercut.
La lluvia pone un poco de emoción al final de la carrera
Una vez establecidas las posiciones al frente tras la primera parada, llegó otro momento delicado: la aparición de las primeras gotas de lluvia únicamente en algunas zonas del circuito. La decisión de cuándo parar no parecía nada fácil, y los que arriesgaron o acertaron recibieron su premio: un claro ejemplo ha sido la 10ª posición de Fernando Alonso, obteniendo así los primeros puntos del año, y otra Sebastian Vettel, quien al final le robó el podium a Massa entrando en el momento justo a montar intermedios.
Pero nuevamente, para momento justo el de la parada de Lewis Hamilton. Cuando Nico Rosberg estaba ya encima del británico dispuesto a adelantarle en unas condiciones complicadísimas, Hamilton se metió en boxes y en ese preciso instante se rompió el cielo. Tanto, que cuando Rosberg paró en la vuelta siguiente ya estaba a 9 segundos de Hamilton. La suerte de los campeones, que le llaman.
En general, ha sido una bonita carrera, con unas primeras vueltas realmente trepidantes y repleta de luchas cuerpo a cuerpo en pista, y con un final marcado por la incertidumbre de la lluvia.