La historia de la Fórmula 1 está invariablemente atada al concepto de varios coches por equipo. Raro es el ver una parrilla de la categoría reina entre los años 1950 y 1970 en la que no hubiera tres coches de un mismo equipo o, en su defecto, del mismo fabricante. Era lo normal, lo común, y solo con los años acabó desapareciendo esta tradición. Lo que mucha gente desconoce es que hace menos de una década estuvimos a punto de ver de nuevo a tres coches por equipo en la Fórmula 1.
Ferrari disputó por última vez una carrera con tres coches en Monza, en 1976, cuando Carlos Reutemann pilotó un tercer Ferrari a la vez que Clay Regazzoni y Niki Lauda, que volvía a la competición ese fin de semana. Más tarde, a principios de los años 80, Williams tuvo en algún momento un tercer coche, y el Gran Premio de Alemania de 1985, en Nürburgring, novena carrera de la temporada, vió por última vez un equipo con tres coches en carrera, gracias a Renault y a su piloto, François Hesnault, acompañando a Patrick Tambay y Derek Warwick.
Esa situación duró solo ocho vueltas, con el abandono de Hesnault, con los otros coches abandonando tras unas tristes 19 y 25 vueltas respectivamente. Se apagó así una luz de otra época romántica de la Fórmula 1. Esto es, hasta la temporada 2005, donde por varias circunstancias, casualidades y situaciones específicas, estuvimos a punto de volver a ver tres coches del mismo equipo compitiendo a la vez en la Fórmula 1. Faltó bastante poco.
Corre la temporada 2005 en la Fórmula 1 y la categoría está en declive a nivel de participantes. La temporada anterior se saldó con la marcha de Jaguar de la categoría, vendiendo todo su material a una cierta marca de bebidas energéticas que creían que tenían lo necesario para ganar en la Fórmula 1. No se equivocaban, por cierto. El caso es que durante un tiempo, no estaba claro que en Red Bull lo tuvieran todo listo para Australia, primera carrera del año.
También es cierto que con el dinero que ya de entrada metieron en el equipo, nadie llegó nunca a dudar de verdad sobre este tema, y la lógica dictaba, reciclando el material, personal e incluso base de Jaguar, que el equipo estaría listo para Melbourne. Lo que no estaba tan claro es que Minardi lo fuera a estar. El equipo de Paul Stoddart tenía que competir con los coches de la temporada 2004, los PS04B, que a su vez eran una evolución basada en el coche de 2003. El motivo es que el nuevo coche no estaba preparado para el inicio de temporada, por falta de recursos.
Estaba claro que Minardi iba a estar en la cola, pero lo preocupante es que los coches de 2004 no cumplían con la normativa técnica de 2005. El equipo podría haberse permitido no estar en Australia, legalmente, pero dos semanas más tarde en Malasia habrían estado obligados a participar con un coche legal, o se les habría descalificado del campeonato. Tanto en un caso como en el otro (descalificación y multa, o la no-participación directamente), la Fórmula 1 se habría quedado con nueve equipos.
Aparentemente, bajo una cláusula un poco obscura del Pacto de la Concordia del momento, menos de diez equipos (veinte coches) obligaría a algunos equipos a participar en los grandes premios con tres coches. En caso de obligar a todos los equipos a hacerlo, esto habría supuesto 27 coches, con un solo piloto fuera de la parrilla (el límite histórico para un gran premio es de 26 pilotos), y es más que probable que la FIA no hubiera obligado a todos los equipos, sino que lo habría hecho solo con los más potentes.
En cualquier caso, esto habría dejado a Ferrari, BAR, Renault y Williams como equipos con tres coches, y seguramente la FIA habría permitido a McLaren hacerlo también, basándose en historia, medios económicos y de rendimiento. De 18 coches habríamos pasado a 23, un número razonable, y habríamos visto en algún momento tres pilotos españoles con los tres mejores coches de la temporada, pues a parte de Fernando Alonso con Renault, habrían competido seguramente Marc Gené y Pedro de la Rosa (quien ya salió en Bahréin) con Ferrari y McLaren respectivamente.
Al final, desafortunadamente para los soñadores, los románticos que se acuerdan de los tres coches, pero afortunadamente para el equipo, a Minardi se le permitió disputar algunas carreras con el coche de 2004 recibiendo unas ligeras modificaciones para compensar el hecho que no estaba concorde a las normativas, antes de introducir el Minardi PS05, que acabó siendo el último Fórmula 1 de Minardi, en Imola, con motivo del Gran Premio de San Marino.
A pesar de todo, la FIA fue razonable y viendo que 20 coches no eran muchos, permitió a todos los equipos excepto a los cuatro primeros de 2004 salir con un tercer coche cada viernes de gran premio. Una medida que fue recibida con los brazos abiertos por todos y que, en mi humilde opinión, debería volver en la actualidad. Es posible que la era de ver tres coches de un equipo competir ya haya pasado, pero teniendo en cuenta las pocas pruebas para pilotos jóvenes que hay, un tercer coche para que los equipos prueben a pilotos de futuro sería una gran idea.
Esto no solo daría la oportunidad a jóvenes de foguearse antes de subirse a un Fórmula 1 para una carrera, sinó que además permitiría a los equipos no tener que alternar a sus pilotos para hacerlo. Evidentemente, la normativa debería ser la misma en cuanto a la posesión de una superlicencia. En otras palabras, nada de subir a VIPs que pagaran mucho dinero. Solo habría que subir a pilotos que hubieran dado suficientes vueltas en un Fórmula 1 con anterioridad.