Apenas unas horas después del carrerón del GP de F1 en Monza en el que Carlos Sainz se llevó su primer podio de esta temporada, el piloto también se llevó un buen susto. Y es que fue atracado frente al Hotel Armani (Milán) en el que se alojaba, cuando tres ladrones que se hicieron pasar por aficionados le robaron su carísimo reloj Richard Mille.
Concretamente llevaba puesto el modelo Alexander Zverev, valorado en unos 275.000 euros, que le había sido cedido por la prestigiosa marca relojera, ya que es uno de los patrocinadores de Ferrari.
Lejos de quedar paralizado ante las circunstancias, tanto el piloto como su asistente, su entrenador y otros amigos que le acompañaban en el momento de los hechos, pasaron a la acción: persiguieron a los ladrones, recuperaron el reloj y avisaron a la policía, que finalmente los arrestó.
Un final agridulce para un fin de semana inolvidable de Gran Premio en Italia
Probablemente Carlos Sainz no olvidará el pasado fin de semana de Gran Premio en Italia en algún tiempo, que acabó con un final agridulce. Además de haberse impuesto al líder incontestable del campeonato, Max Verstappen, en la pole position del sábado, consiguió hacerse con su primer podio de la temporada el domingo tras luchar incluso con su propio compañero.
Lo que él no sabía es que, apenas unas horas después, viviría lo que él mismo ha calificado a posteriori como “un desafortunado incidente”, que le podría haber salido muy caro.
Varias fuentes reportan que el domingo por la noche el piloto se disponía a salir del Hotel Armani en Viale Manzoni (Milán) en el que se alojaba acompañado por varias personas de su equipo y unos amigos, cuando se le acercaron tres jóvenes de entre 18 y 20 años que se hacían pasar por aficionados en busca de un autógrafo y alguna foto.
Pero estos en realidad lo que buscaban era hacerse con el carísimo reloj de Sainz y lo consiguieron, aunque por poco tiempo.
Una vez los tres ladrones se daban a la fuga con su botín, tanto Sainz como las personas que le acompañaban (y algunos transeúntes que habían presenciado el altercado) decidieron perseguirlos a pie para recuperar el reloj, mientras avisaban a las autoridades.
Como relata Motorsport, poco después de iniciar la persecución el propio Sainz alcanzó a uno de los ladrones y consiguió retenerlo hasta que llegó la policía. Al parecer, su ayudante también alcanzó a otro de los ladrones y su entrenador detuvo al tercero. Finalmente, la policía arrestó a los tres ladrones y devolvió el reloj a su legítimo dueño.
No es la primera vez que un piloto de Fórmula 1 sufre un robo de estas características, pues el propio compañero de equipo de Sainz en Ferrari, Charles Leclerc, ya fue víctima el año pasado de un robo similar en Nápoles (Italia) cuando le robaron su reloj -también Richard Mille-, valorado en unos 320.000 euros.
En aquella ocasión el piloto francés también se aventuró a buscar a los ladrones con su Ferrari, aunque estos acabaron siendo encontrados por la policía. Ese año, al piloto de McLaren, Lando Norris, le ocurrió algo parecido en Reino Unido.
Que Sainz, puro arrojo dentro y fuera de la pista, haya podido recuperar su reloj y que los responsables tengan que enfrentarse a la justicia es sin duda una gran noticia. Sin embargo hemos de recordar que, enfrentarse a tres ladrones -incluso con la ayuda de otros-, nunca es lo más prudente.