A los Ford Galaxy, Mondeo y S-Max que se fabrican en la planta valenciana de Ford en Almussafes se les pasa el polvo con plumero antes de pintarlos. Esto, que dicho así puede parecer una broma, es totalmente cierto sólo que ese plumero está compuesto por tres rodillos de plumas enormes situados antes de la cabina de pintura de forma similar a los de los lavaderos de coches.
Las plumas utilizadas son de hembras de emú porque se ha comprobado que son las que mejor resultado y rendimiento ofrecen. Estos rodillos arrastran las posibles motas de polvo acumuladas durante el montaje para aspirarlo también de forma automática. Cada mota eliminada es una mejora en el acabado final de la pintura. En el siguiente vídeo puedes ver los rodillos en acción.
Tras pasar por los rodillos de plumas llega el momento de pintar y el proceso utilizado en esta planta también innova. Primero las capas de imprimación, luego la capa base y finalmente una capa transparente sin necesidad de secar cada una de las capas. Esto supone una reducción de entre un 15 y un 25 por ciento de las emisiones de CO2.
Llega el momento de aplicar la capa protectora anticorrosión, después una capa impermeable y una capa final de pintura exterior, es el momento de pasar al horno de secado que está a 180 grados. Todo este proceso hay que realizarlo de forma muy meticulosa, ya que puede verse afectado por pequeñas variaciones de temperatura, humedad y movimientos de pequeñas partículas.
La planta de Valencia fue la primera en utilizar el sistema de visión Dirt in Paint patentado por Ford y desarrollado con la colaboración de la Universidad Politécnica de Valencia. El sistema genera una imagen compuesta a partir de 3.150 fotografías digitales tomadas bajo iluminación fluorescente móvil para que un software específico compare la imagen con una plantilla perfecta y destaque las mejoras aplicables en la pintura exterior.