El nuevo Ford Mustang se resiste a la electrificación con un motor V8 gordo, un freno de mano eléctrico y una sorpresa

Ha llegado. Tenemos un nuevo Ford Mustang y parece que no ha decepcionado. El pony car por excelencia suma su séptima generación y por suerte para todos los amantes del motor o para cualquiera al que le gusten mínimamente los coches seguirá dándonos lo que más nos gusta del Mustang.

Imagen muy fiel a su esencia, tracción trasera con cambio manual y un motor V8 bien gordo bramando bajo su enorme capó. Sí, sigue habiendo fe en las mecánicas atmosféricas.

Un Ford Mustang nuevo, pero igual de Mustang

Con la llegada de este nuevo pony ya van siete evoluciones desde que naciera el primer Mustang allá por un lejano 1964. Desde entonces se ha convertido en una referencia a nivel mundial y en su etapa más moderna las últimas generaciones se han adaptado más que nunca a un diseño que podríamos clasificar como lineal en muchos aspectos.

Hace poco menos de 10 años Ford decidió convertir al Mustang en un modelo global. Eso le ha llevado a ser el coupé deportivo más vendido del mundo por ni se sabe ya cuántos años consecutivos, y también a respetar una esencia y unas líneas que gusten en todo el mundo.

Este próximo 2023 va a llegar la nueva generación (S650) y lo hace respetando las líneas del modelo saliente (S550), pero las lleva hacia un mundo más minimalista. El diseño del Mustang ya era refinado, pero ahora se vuelve un poco más futurista. Más... ¿bloque?

No hay nada que nos llame especialmente la atención para mal. Seguimos teniendo un capó larguísimo que desciende con suavidad hasta los faros delanteros, un poco más minimalistas que antes pero ahora con unas ópticas LED divididas en tres partes para calcar el diseño de las traseras.

La parrilla principal es más grande ahora para dejar respirar al motor y cuenta con refuerzos internos mientras que la parte baja es más marcada, con entradas de aire más voluminosas y un sutil labio inferior.

Para la versión GT se incluye ahora una toma de aire funcional que rompe el diseño del capó, además de incluir más músculo en el paragolpes. También hay nuevos diseños de llantas que ahora pueden utilizar colores en contraste que le dan un toque entre moderno y retro al conjunto.

En la parte trasera no puede faltar la línea descendente muy marcada, una cadera a lo Kardashian y los grupos ópticos divididos en tres franjas verticales. En la parte inferior sigue habiendo músculo, pero sin pasarse con un difusor discreto. La vista de tres cuartos frontal seguramente sea la más retro de todo el coche.

Además de replantear toda la carrocería a nivel estético, Ford asegura que han conseguido el Mustang más aerodinámico de toda la historia y, como antes, estará disponible en versión descapotable.

Sigue habiendo un V8 bajo el capó, y un cuatro cilindros

Debajo de su enooorme capó no hay sorpresas. Tenemos las dos mismas configuraciones mecánicas que había antes:

Por una parte no podía faltar la joya de la corona, es decir, el incombustible 5.0 V8 Coyote que lleva equipando durante las últimas generaciones pero replanteado, con una nueva gestión y el mismo gorgoteo que nos pone los pelos de punta.

Hay una nueva admisión de aire, cuerpo doble para el acelerador, una línea de escape completamente nueva y culatas revisadas. También se ha cuidado la morfología con una bandeja del cárter nueva, más compacta y fabricada en acero para mejorar la aerodinámica inferior.

Por otro lado tendremos de nuevo un Ford Mustang EcoBoost con un motor 2.3 de cuatro cilindros. Lo que parece que no va a haber es una variante híbrida, así que los más puristas pueden guardar las antorchas. De momento. ¡Ah! Y por supuesto: todas las mecánicas serán tracción trasera.

Ford no ha querido revelar los datos definitivos de ninguna de las mecánicas, pero sí ha asegurado que ambos motores son más potentes que antes, así que en el mejor de los casos rondaremos los 480-500 CV para el ocho cilindros y unos 330 CV para el EcoBoost. Es más, Ford dice que el GT será el GT más potente de su historia.

Para controlar ambos motores se ha recurrido a la misma receta que en el S550: tenemos una caja de cambios manual de seis velocidades firmada por Getrag y con 'rev-matching' o una transmisión automática de 10 relaciones.


Un Mustang para puristas, pero más tecnológico

Como no podía ser de otra manera, al saltar al interior encontramos cambios notables. Quizá más que en las últimas evoluciones y eso no sea del agrado de todos.

Para los controles tenemos un volante de tres radios y aspecto clásico que conjuga muy bien con el diseño del coche y sin estridencias más allá del pequeño achatamiento inferior. En las versiones manuales la palanca de cambios sigue siendo corta y muy compacta, y eso mola.

Lo que sí cambia es el freno de mano; es eléctrico. Ojo, que no es eléctrico de botón, sino que es una palanca pero que no está conectada a un cable que tira de los frenos. O sí, bueno, lo hace de manera electrónica funcionando como si fuera un potenciómetro.

Ford asegura que esta decisión se ha tomado para satisfacer a los amantes del drifting y que han trabajado mucho para que su funcionamiento tenga un tacto apto para la disciplina. De hecho dicen que ha sido desarrollado por especialistas en materia de cruzar y quemar neumáticos como si fueran gratis (¿Vaughn Gittin Jr.?).

También es nueva la configuración del salpicadero con un juego de dos pantallas y que la marca apunta está inspirado en los cazas de combate. El cuadro de mandos es de 12,4 pulgadas y la del infoentretenimiento tiene 13,2 pulgadas, ambas cubiertas por una única pieza de cristal ligeramente orientada hacia el conductor con una bonita curvatura en las versiones Premium. Los acabados más básicos respetan la configuración pero con pantallas separadas.

El software es Ford SYNC 4 y utiliza el motor gráfico Unreal Engine para crear una representación tridimensional del coche no sabemos muy bien para qué. Estamos deseando de probarlo pero en cualquier caso seguro que es un buen avance con respecto al infoentretenimiento del anterior Mustang.

Aparte de los múltiples gadgets del nuevo Mustang, una capacidad muy chula de esta generación es que puede simular la instrumentación de un Mustang clásico. Concretamente el Fox body de 1987. Menos dibujitos y animaciones y más ideas así. Por favor.

Algo que no mola tanto es que esta generación pierde los botones estilo aviación, y también perdemos los controles físicos para la climatización. Ahora viven en el interior de la pantalla digital y esperemos que no sean muy complicados de utilizar. Lo que sí tiene es conectividad con Android Auto y Apple CarPlay, además de varias conexiones USB y puerto de carga inalámbrica (opcional).

Paquete Performance y acabado Dark Horse

Además del equipamiento de serie, el nuevo Mustang estrena la denominación Dark Horse; una denominación nueva por primera vez en la familia Mustang desde hace más de 20 años (desde el Bullit). Ojo, porque lo del celo de Ford con el Mustang para no meter cambios tiene tela.

Se trata según la propia marca de una configuración estética única con acabados específicos. La carrocería se tiñe de colores oscuros y utiliza un lenguaje más radical para crear un coche tan válido para la carretera como para el circuito.

Sólo estará disponible con el motor V8 con 500 CV y transmisión manual. Los cambios incluirán llantas de carbono Carbon Revolution y poco más te podemos contar porque no han soltado prenda más allá de que un equipo independiente de ingenieros se ha pasado tres años desarrollándolo.

Por otro lado volverá a estar disponible el paquete Performance con chucherías para afilar el comportamiento del Mustang. Barra estabilizadora delantera, diferencial Torsen de deslizamiento limitado, suspensión adaptativa MagneRide (opcional), neumáticos más anchos y frenos Brembo de cuatro y seis pistones son los cambios principales.

En el interior este paquete también se deja ver con unos nuevos asientos firmados por Recaro y escuchar a través de una línea de escape con mariposa activa que Ford dice "bordea los límites de los decibelios permitidos por ley".

Para probar el nuevo Mustang tendremos que esperar. No será hasta el próximo mes de septiembre de 2023 cuando aterrice en las carreteras así que se nos va a hacer un año muy largo. Mientras tanto supongo que Ford irádejando caer la información que nos falta con cuentagotas.


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