Muchos amantes de los coches sueñan con tener un Ford Mustang alguna vez en la vida. Pero Jim Eicher y su hijo, dueños de uno de los concesionarios Ford con más historia de EEUU, abierto desde 1904, han ido un paso más allá al construir el coche de sus sueños: un Mustang anfibio capaz de moverse como si nada tanto por tierra como en el agua.
Pese a que los vehículos anfibios son, en general, una idea terrible que no suele funcionar este ex pony car reconvertido a “caballito de mar” no sólo parece un vehículo recreativo de lo más divertido y con potencial para poder trollear a la gente en los embarcaderos de toda la costa estadounidense, sino que parece funcionar bastante bien.
“El Mustang es estable y lo mejor de todo es que no parece tener fugas”
En un post de Facebook, el propio Eicher explica que él y su hijo construyeron el Mustang al que han llamado “Aqua Sport” a partir de un SN95 de 1999 (cuarta generación del modelo). El coche original se basaba en la plataforma “Fox” mejorada e incorporaba toques de diseño ‘muy a la japonesa’, en contraste con la generación anterior.
Además, en 1996 fue el primero en recibir el V8 modular de 4,6 l como reemplazo del 5.0, mientras que el ‘V6 Essex’ seguía disponible (aunque con mejoras en potencia y fiabilidad respecto al primero). El SN95 se fabricó de 1994 hasta 2004, también en su versión descapotable.
En cuanto al Mustang “Aqua Sport” anfibio, bajo el capó ahora lleva un motor de motocicleta bicilíndrico de 500 cc, que va acoplado al eje de transmisión. Este discreto bloque funciona con una bomba hidráulica que genera hasta 2.000 psi, y que hace girar una hélice de tres palas en algún lugar de la parte trasera. No se dan más detalles de este curioso one-off.
Tampoco se indica su velocidad máxima en tierra firme o en el agua, aunque Eicher admite que su nuevo Ford no destaca en ninguno de los dos entornos, a diferencia de lo que sucede cuando lo mete en el agua: “Puede que ahora sea un barco lento y un coche no tan rápido, pero se conduce a las mil maravillas y es 100 % anfibio. Siempre llama la atención cuando lo conduzco en un lago”, escribía.
Además, su creador asegura que “el Mustang es estable y lo mejor de todo es que no parece tener fugas”, que al fin y al cabo es lo más importante para poder disfrutar de un vehículo anfibio como éste, sin más complicaciones. Podrá ser más o menos eficiente o prestacional, pero nadie puede negar que este Mustang no sea un proyecto original y que tiene muchas horas de trabajo detrás.
Para Jim Eicher y su hijo, es “Aqua Sport” es un coche de recreo de lo más especial, y eso es todo lo que importa. Más teniendo en cuenta que estando ambos a los mandos de un concesionario como el suyo, no tendrán mucho problema en conducir un Ford Mustang más potente y actual cuando lo deseen.
Y quien piense que este proyecto al más puro estilo James Bond es “un sacrilegio” por modificar un coche para poder meterlo en el agua, es que no conoce la historia de este Countach anfibio. Desde que se presentó la caravana anfibia ‘The Otter’ a mediados de los años 1950 (probablemente de las primeras de su tipo de la historia), hasta este curioso Mustang, no son pocos los vehículos pensados para moverse por tierra y agua.
Los ejemplos más bestias y locos vienen de Rusia, pero también los hay más actuales y eficientes como este vehículo eléctrico anfibio que es triciclo, barco y camper, todo en uno, rollo navaja suiza. Como dijo Picasso sobre los límites de la creatividad: “Todo lo que se puede imaginar, es real”. Luego ya será cuestión de tiempo libre y ganas.