Conseguir niveles de tacto como los que tenemos los humanos es una de las labores más complicadas a la hora de calibrar un coche y elegir los materiales más apropiados para los habitáculos. Para conseguir valores semejantes a los de los humanos, en Ford tienen a RUTH, el modelo de la foto.
Se trata de un nuevo robot que permite a los ingenieros identificar varios puntos de contacto en el interior del coche para obtener datos objetivos sobre las preferencias de los usuarios. Este robot es usado por los ingenieros del Centro de Investigación y Desarrollo de Ford Europa en Aachen para desarrollar la mayoría de los interiores de los modelos actuales y futuros de Ford.
RUTH es capaz de medir niveles de aspereza, suavidad y temperatura imitando los movimientos de un conductor normal, es decir, activando la radio, el climatizador o el sistema de limpiaparabrisas entre otros. Es capaz de medir la resistencia de los botones, mide el espacio que hay entre las piezas y estos datos se comparan con las opiniones de los clientes para determinar cuales son los mejores ajustes para sus nuevos modelos.
RUTH sin duda tiene tacto en todo lo que hace, aunque simplemente se trate de un robot...