Curiosidades de la presentación del nuevo Fiat 500 que gustan a todo amante del motor

Además de tener la posibilidad de conducir nuevos modelos de coches que todavía no están a la venta, uno de los alicientes que encontramos en algunas presentaciones internacionales son las curiosidades que podemos encontrar. Pueden ser simplemente coches clásicos o motores de exposición, explicaciones de sistemas tecnológicos, esculturas o lugares míticos.

Mañana os contaré con detalle qué hay de nuevo en el Fiat 500 2015 y mis sensaciones al volante de este peculiar utilitario, pero hoy abrimos boca con las cosas curiosas de las que pude disfrutar en su presentación internacional celebrada en Turín.

Fiat 500 Topolino

Empezamos con un Fiat 500 Topolino que decoraba la recepción del hotel donde nos alojamos. El auténtico 500 que se fabricó de 1936 a 1955, ya que el 500 pequeñito en el que se basa el actual en realidad fue lanzado como Nuova 500.

Fiat 500 1957-1975

Tener delante el modelo en el que se inspira el actual Fiat 500 es todo un lujo como periodista, como amante del motor y como aficionado a los clásicos. Poder disfrutar de la visión y el tacto de un coche de esta época es un aliciente más y la pena es no haber podido conducirlo aunque fuese sólo unos kilómetros, habría sido espectacular.

Cuando tienes delante un coche así te das cuenta de lo que han crecido los modernos, pero si además está aparcado junto al actual la sorpresa es mayúscula. Lo toqueteé de lo lindo y, claro, la foto al volante no se me podía escapar.

Fiat 500 1957 vs 2007 vs 2015

Algo que deberían hacer todos los fabricantes, enfrentar cara a cara el modelo que se presenta y el predecesor. Pero Fiat fue más allá y juntó las versiones del Fiat 500 de 1957 (la unidad era más moderna), 2007 y 2015 para una preciosa foto de familia en la pista de pruebas de la antigua fábrica de Lingotto. Es muy curioso comprobar las diferencias de los dos modelos más recientes in situ y te das verdaderamente cuenta de la cantidad de cambios que presenta.

Escultura del Fiat 500

En el restaurante donde cenamos (en la pista del Lingotto), como quien no quiere la cosa y en una habitación aparte, encontramos esta escultura fabricada en acero inoxidable como tributo al molde original de madera del Fiat 500 de Dante Giacosa.

Pista de pruebas del Lingotto

Pero la sorpresa mayúscula llegó tras la rueda de prensa, cuando salimos a la calle y encontramos los nuevos Fiat 500 colocados en parrilla y apuntando a la rampa de subida de la antigua fábrica de Lingiotto. Sí, la cena sería en la azotea, en la mítica pista de pruebas oval y además íbamos a subir conduciendo.

Esta fábrica se inauguró en 1923, el conocido edificio Lingotto tenía varias peculiaridades, la primera que era una fábrica de coches con cinco plantas (lo normal es una, dos como mucho). Empezando desde la planta baja la cadena formaba una espiral que acababa en la azotea con el vehículo ya terminado. Allí había y hay un circuito oval y muy peraltado donde se probaban todas las unidades.

El circuito tiene una base de hormigón, mide 2,4 kilómetros de largo y 24 metros de ancho, sólo dos curvas de 180 grados pero con unos peraltes espectaculares. Ahora no se puede circular y está cubierto de tela asfáltica para evitar las filtraciones.

Esta fábrica se quedó desfasada en los 70 y en 1982 se cerró para reacondicionarse como hotel, centro de exposiciones, salas de conciertos, cines, tiendas, etc.

Sorpresas como esta de poder estar en la pista de pruebas de Lingotto compensan los madrugones y coger más aviones y trenes que Willy Fog para, por norma general, no poder ver nada del país de destino.

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 6 Comentarios