El pasado mes de julio, conocimos que Fiat Chrysler Automobiles (FCA) invertirá 700 millones de euros en su planta de Mirafiori, en Italia, a fin de producir el Fiat 500e, la versión 100% eléctrica del Cinquecento que llegará en el segundo trimestre de 2020. Antes, no obstante, llegará una variante mild hybrid o microhíbrida como fruto del esfuerzo del fabricante por adaptarse a las nuevas normas de emisiones europeas.
Bautizado como Fiat 500 Hybrid, esta variante montará un motor gasolina 1.0 Firefly, tricilíndrico y atmosférico, capaz de conceder una potencia de 70 CV y 90 Nm de par motor, coordinado por una transmisión manual de cinco velocidades.
Este propulsor estará apoyado por un motor de arranque/generador accionado por correa sistema eléctrico de 12 V, lo que le permitirá homologar un consumo de combustible de 4,7 litros a los 100 km en ciclo urbano (3,4 l/100 km en ciclo combinado), y unas emisiones de CO₂ de 90 gramos por kilómetro, de acuerdo con las especificaciones reveladas por ClubAlfa.
En caso de que se confirme la llegada de esta variante al mercado español, gozará de la etiqueta ECO que concede la DGT a los coches con esta tecnología, al igual que ocurre con el Fiat 500 Híbrido GLP que se vende en la actualidad.
Un avance lento y forzado hacia el coche electrificado
El Fiat 500 Hybrid se prevé llegue al mercado europeo en el primer trimestre de 2020 y, semanas después, harán lo propio los Fiat Panda Hybrid y Lancia Ypsilon Hybrid. El Grupo FCA planea además que el Fiat 500X, Jeep Renegade y Jeep Compass (tamién en PHEV) y Jeep Wrangler aterricen en el Viejo Continente con versiones mild Hybrid de 48 V a lo largo del próximo año, mientras que los Alfa Romeo Giulia y Alfa Romeo Stelvio se actualizarán en 2021 incluyendo esta tecnología.
Con esta hoja de ruta, Fiat tratará de atenuar el retraso de FCA en el desarrollo del coche eléctrico respecto al grueso del resto de fabricantes. De hecho, la compañía italoamericana está muy cerca de materializar una alianza con PSA para tratar de revertir su estancamiento en esta materia, e incluso, se especula ya con una posible asociación con las maltrechas Faraday Future y NIO.
Y es que FCA avanza a contrarreloj puesto que el próximo año entrará en vigor la nueva normativa europea de reducción de emisiones de CO2, bautizada como CAFE por sus siglas en inglés y conocida por la famosa media de los 95 g/km de CO2 que se exigirá para los coches de nueva matriculación (con algunas excepciones).
En esta tesitura con la soga al cuello, FCA llegó incluso a un acuerdo con Tesla para que los coches del fabricante californiano vendidos en Europa se contabilicen como ventas de FCA, a fin de evitar así pagar multa desorbitada al no cumplir con la media de emisiones de su flota para 2020. Recordemos que la UE tiene previsto multar con 95 euros por cada g/km excedido del límite, multiplicado por el número de coches vendidos anualmente.
Con el objetivo de atenuar las cifras de la posible sanción, FCA planea lanzar a mediados del próximo año el Fiat 500e, completamente eléctrico, aunque el escenario no parece precisamente el más halagüeño: vamos hacia el fin de los coches utilitarios y ni siquiera el Fiat 500 tiene su futuro asegurado. Además, los coches eléctricos pequeños aún no son rentables.
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