¡Sorpresa! Ferrari ha desvelado hoy las primeras imágenes de su nuevo modelo, el nuevo Ferrari F8 Tributo. El nuevo deportivo de motor central de la marca debutará en unos días en el Salón de Ginebra. Esta nueva berlineta se diferencia de sus predecesores por no disponer de una nueva plataforma. Y es que el F8 Tributo es una nueva evolución del Ferrari 458 Italia vía el 488 GTB.
La tradición Ferrari, al menos desde los años 80, era que la berlineta de acceso a la gama durase dos generaciones. Así, el 308 GTB/GTS dio lugar al 328 GTB/GTS. Les siguió el 348 TB con una plataforma nueva que derivó en el Ferrari 355. Su sucesor, el Ferrari 360 Modena, estrenó la base que daría lugar al Ferrari F430. Le sucedió el Ferrari 458 Italia en 2011 que dio lugar al actual 488 GTB. Y éste a su vez, al nuevo F8 Tributo, rompiendo así esa tradición.
¿Es algo malo? Para nada. De entrada porque la base del 458 Italia es una de las mejores que creó Ferrari, como lo demuestran sus posteriores evoluciones (488 GTB y Pista). Y luego, el F8 Tributo equipa el V8 de 3.9 litros biturbo de 720 CV a 8.000 rpm (+49 CV con respecto al 488 GTB) y 770 Nm a 3.250 rpm del 488 Pista. Lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y de 0 a 200 km/h en 7,8 segundos. Ferrari anuncia además una velocidad máxima de 340 km/h. Es decir, es F8 Tributo equipa el V8 de serie más potente de la marca hasta la fecha.
En el 488 GTB tos turbos tenían ya una respuesta al acelerador casi instantánea, Ferrari asegura haber reducido todavía más el tiempo de activación de los turbos en el nuevo F8 Tributo. Además, la función “Ferrari Dynamic Enhancer” forma parte ahora también del modo Race. Dicho de otro modo, en modo Race los conductores menos expertos tienen ahora la posibilidad de conservar el ESP para una mayor seguridad y experiencia de conducción más gratificante.
Un 488 Pista con traje de calle
Otro punto de mejora, también heredado del 488 Pista, es la aerodinámica con, por un ejemplo, un S-Duct frontal. Se trata de un conducto que canaliza el aire en el centro del coche vía el capó hacia el alerón trasero y que añade 15 % de apoyo aerodinámico. Otro ejemplo, la orientación hacia atrás de los radiadores del F8 es idéntica a la que vemos en el Pista ya que esa disposición mejora notablemente la refrigeración del motor. El peso también se ha visto reducido con respecto al 488 GTB (-40 kg).
Estéticamente, en la célula central todavía se aprecian los rasgos del 458 Italia (parabrisas, lunas laterales) y del 488 GTB (ubicación de las tomas de aire, puertas), pero los cambios operados son realmente profundos. El frontal nos parece ahora menos tosco, más afilado, mientras que la zaga es un tributo a las berlinetas de los años 80 y 90 con el retorno de los cuatro pilotos redondos.
A bordo, el salpicadero es de diseño nuevo. Adiós a las bocas de ventilación angulosas, son ahora redondas, como en el resto de la gama. De todos modos, la base es la misma y es un cokpit en el que prima el pilotaje y no tanto el lujo. De hecho, la principal novedad que destaca Ferrari es el tamaño del volante. Es ahora más pequeño para facilitar el pilotaje, la maniobrabilidad del coche y en definitiva el placer de conducción.