Pensar en Ferrari es imaginarse rapidísimos deportivos con motores de doce u ocho cilindros, pero en ciertos momentos de su historia también sacaron tiempo para modelos de seis e incluso cuatro cilindros. Un buen ejemplo es este precioso y rarísimo Ferrari 625 Targa Florio de 1953.
Precioso porque no hay más que verlo, y raro porque se dice que en su época se fabricaron únicamente tres unidades. Ésta de las imágenes es la única que ha sobrevivido, al menos que se sepa, y el mes próximo saldrá a subasta en Mónaco por una ingente cantidad de dinero.
El hecho de esconder un motor 2.5 litros de cuatro cilindros en línea y doble árbol de levas en cabeza no evitará que alcance un precio astronómico, de entre 4,5 y 6,5 millones de euros. El propulsor, diseñado por Aurelio Lampredi para Fórmula 2, también se adaptó a la Fórmula 1 y permitió que Alberto Ascari se alzara como campeón del mundo en 1952 y 1953.
Carrozado originalmente por Vignale, se dice que el Targa Florio coupé no convenció a Enzo Ferrari, por lo que se encargó a Scaglietti la modificación de la carrocería para convertir el modelo en un roadster.
Historia en las carreras
El coche en cuestión participó en carreras como el Gran Premio de Monza, la Mille Miglia o la Copa de Oro de los Dolomitas, y fue pilotado por nombres como Mike Hawthorn, el primer campeón británico de Fórmula 1 en 1958 (Graham Hill, Jim Clark y John Surtees conseguirían la corona ya en los sesenta), o Umberto Maglioli, ganador en 1954 de la Carrera Panamericana.
Desde que se retirara de las carreras, este Ferrari 625 Targa Florio (ahora restaurado) ha pasado por las manos de diferentes coleccionistas de Italia y Sudamérica, aunque durante al menos una década se le perdió la pista, para ser encontrado después, en 1974, en un desguace de Nápoles.
La casa Bonhams lo pone a la venta el próximo 11 de mayo en el mismo evento donde se subastará el mítico McLaren de Ayrton Senna del que os hablamos hace unos días. Veremos qué precio alcanza finalmente este Ferrari único.
