El Ferrari 458 Italia es otro de esos modelos que gana, y mucho, al tenerlo delante. Transmite la sensación de ser un diseño completamente natural, sin áreas que interrumpan bruscamente sus líneas, es la perfección del círculo hecha coche.
A pesar de que nunca he sido el fan número uno de Ferrari debo admitir que cada modelo que sacan me gusta más, si el Ferrari California me parecía el modelo universal para Ferrari el 458 Italia me parece un dignísimo sucesor del 360 y 430.
En su interior encontramos la misma sensación de suavidad y simplicidad. De hecho, a primera vista parece un coche tremendamente sencillo para ser un deportivo de esa clase: pocos botones, un salpicadero sencillo y mucho espacio libre.
El motivo es que Ferrari concentra la mayoría de las funcionalidades en el volante, para que no tengamos que alejar las manos de él. Por desgracia no he podido probar si funcionalmente es cómodo, pero su aspecto queda muy elegante.
Una cosa llamativa de los coches superexclusivos es que a veces en ellos encontramos detalles “mal acabados”. No tengo fotografía de ello, pero me fijé en que un panel que cubre el lateral de la parte posterior (el lugar donde estaría la puerta trasera si la hubiese) estaba medio suelto y se movía. No parecía un fallo de esa unidad sino que era una pieza que quedaba algo libre al no tener mucha utilidad. Obviamente esto es una anécdota y la calidad del modelo es la que podemos esperar de un Ferrari.
Por último, no podía faltar un vistazo al futuro de Ferrari con el Ferrari 599 Hybrid, que de momento sólo es una modesta declaración de intenciones que tarde o temprano se convertirá en realidad.
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