En lo que se refiere a seguridad, hay muchos frentes que abordar. Desde la seguridad vial "en primera persona", pasando por la seguridad activa y pasiva como sus patas básicas, hasta la seguridad de los peatones y otros vehículos a los que, por unas razones o por otras, podemos afectar. Estas soluciones existen y son muy variadas, pero lo que todo el mundo persigue es erradicar las víctimas: los heridos y fallecidos deben ser cero. Esa es la meta.
Para conseguir dicho propósito, los esfuerzos en desarrollo de soluciones acaparan mucho presupuesto y mucho interés por parte de los fabricantes, y en el caso de Toyota todo se engloba en el proyecto Toyota Safety Sense. Partiendo de la base de que los coches son cada vez más seguros, ha de darse un paso hacia una nueva dimensión de seguridad integrada que englobe todos los puntos de interés. Hoy los vamos a ver uno por uno.
Sistema de Seguridad Pre-colisión, para minimizar las consecuencias de un impacto
El objetivo de este sistema de seguridad es minimizar las consecuencias de una colisión, y a ser posible, evitarla por completo. Se basa en un radar milimétrico y una cámara de lente simple que observa lo que tenemos por delante y que, gracias al radar, estima la distancia y la aceleración relativa entre nosotros y el obstáculo.
Con los datos recabados se estima el grado de peligrosidad a partir de la posición, la velocidad y la trayectoria predicha para nuestro vehículo, y la velocidad y posición de otros vehículos.
Si el conductor no es capaz de frenar el coche se encargará de hacerlo gracias al Sistema de Seguridad Pre-colisión
En caso de que se "concluya" que hay una posibilidad de colisión, el sistema avisará al conductor con señales acústicas y visuales, y en caso de que no se aplique suficiente presión al freno (o en caso de que el conductor no se haya percatado del evento), el sistema entra en acción y asiste al conductor.
Si por algún casual, el conductor no fuese capaz de frenar, será el coche quien haga el trabajo, lo que convierte a este sistema en un gran aliado en carretera.
Avisador de Cambio Involuntario de Carril, para minimizar la distracción
El cambio de carril involuntario es algo que sucede, y, por desgracia, cada vez es más frecuente. Las distracciones en el coche son amplias, y además muchos conductores las permiten y no son capaces de prescindir de ellas. Hablamos del smartphone como principal causa de distracción, seguida del navegador, el sistema de sonido y en menor medida las conversaciones con otros pasajeros.
Es frecuente ver coches que mantienen una trayectoria errática porque el conductor manipula el smartphone en busca de un mensaje, un dato, o (en el peor y más increíble de los casos) está leyendo. Para evitar que un despiste de este calibre nos lleve al carril adyacente o al arcén, el sistema de alerta por cambio de carril involuntario toma el control. En cuanto los sensores detectan un cambio inesperado (cambio de carril sin haber utilizado el intermitente) avisa al conductor con una alerta sonora.
Control Inteligente de Luces de Carretera, para mayor concentración de noche
La conducción nocturna supone un esfuerzo extra para los conductores. Aunque a priori puede parecer un placer, y seguramente lo sea por el hecho de que hay menos tráfico, la menor visibilidad con tiempo despejado, y mucho menos si el tiempo es inestable o simplemente llueve, aumenta la fatiga visual y acrecenta la sensación de cansancio al volante. Además, el peligro de deslumbramiento está presente y no debemos despreciarlo.
De noche, y por carretera o autovía, hemos de utilizar todo el tiempo posible las luces de largo alcance sin molestar a otros conductores, y esto implica que estemos lo suficientemente atentos como para cambiar entre largo y corto alcance cuando estemos en situación de deslumbrar a otros. Este aspecto es un punto más de atención que incrementa la fatiga.
Para mejorar estas situaciones existe un sistema como este, las luces de largo alcance automáticas. Lo que hacen es controlar de forma autónoma el encendido y apagado del alumbrado de largo alcance. Cuando se detecta un coche o un peatón al que podamos deslumbrar, el sistema cambia entre largo y corto alcance, y cuando el camino está despejado activa de nuevo las "largas".
Sistema de Seguridad Pre-colisión con Detección de Peatones
Uno de los puntos negros de la seguridad vial que la tecnología puede hacer desaparecer son los daños y lesiones a los peatones. Hoy en día es posible detectar y proteger a los peatones con sensores, láser y muchos sistemas que se basan en reconocer las siluetas humanas (o animales) y calcular todas las posibilidades de colisión y las posibles soluciones que minimicen los daños.
Un radar milimétrico y una cámara detectan la forma de peatones u obstáculos y envían la información necesaria a la centralita para evitar la colisión
Sí, estás pensando lo correcto porque esto es uno de los puntos fuertes de desarrollo e investigación para hacer realidad los coches autónomos.
Los peatones somos muy sensibles al daño por atropello por varias razones: la primera es obvia, y es que un coche que circule a cierta velocidad, es mortal cuando colisiona con una persona. La segunda es que la física y nuestra "configuración" son bastante incompatibles, porque cuando el conductor frena con fuerza, el morro del coche baja y es más probable que impacte de lleno en las piernas y, de hecho, en la zona cercana a las rodillas, provocando graves lesiones en ese momento y en los inmediatamente posteriores.
Por eso se hacen muchos esfuerzos en I+D que buscan minimizar tanto los daños por impacto, como las posibilidades de que se produzca dicho golpe.
Este sistema de pre-colisión con detección de peatones se basa en un radar milimétrico y una cámara que detectan la forma de peatones u obstáculos y que envían la información necesaria a la centralita, donde se toman las decisiones y el sistema de pre-colisión entra en acción.
Control de Crucero Adaptativo por Radar, para mantener las distancias
La distancia de seguridad es otro punto caliente de la seguridad vial, básicamente porque no se respeta todo lo que se debería. Mantener una correcta distancia de seguridad con el vehículo que nos precede es básico para prevenir cuanto antes una anomalía en su comportamiento y para tener tiempo de reacción.
Este sistema regula la velocidad para garantizar que dejamos la distancia de seguridad correcta entre coches
Muchos accidentes por alcance se evitarían si todos los conductores fuesen conscientes de cuánto mide la distancia de seguridad según la velocidad, y sobre todo dependiendo de la adherencia del firme.
Para ofrecer un punto más de autonomía al coche, buscando que evite el problema, existen dispositivos como este Control de Crucero Adaptativo por Radar, que además de mantener la velocidad que le indiquemos, es capaz de regularla para garantizar en todo momento que dejemos la distancia de seguridad correcta. Esto significa que, en caso necesario, frenará nuestro coche para adaptarse. Podemos ver en este gráfico cómo funciona.
Como podemos observar, el control de velocidad deceleraría hasta llegados los 40 km/h, momento en que el sistema se desconecta y deberíamos tomar nosotros el control. Este sistema es un compañero ideal en los monótonos viajes por autovía, en los que la falta de "acción" nos lleva a veces a un estado más relajado, donde la atención se puede resentir. Con este control dinámico estaremos seguros de que no provocaremos una colisión por alcance.