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Toyota iQ EV: toda la información, fotos y análisis del nuevo iQ EV

Aunque el Toyota iQ EV recientemente presentado en el Salón del Automóvil de París no es el primer vehículo eléctrico fabricado por Toyota, si se trata del primero que dejará de ser prototipo y pasará a formar parte de la producción del fabricante japonés. Toda la experiencia adquirida con las distintas generaciones del Toyota FT-EV, así como del Toyota RAV4 EV y del Toyota e-com se han puesto sobre la mesa para crear un vehículo eléctrico urbano que no dejará indiferente a nadie.

Como se puede observar en las fotos, el Toyota iQ EV está basado en el Toyota iQ estándar aunque crece 135 mm en longitud. Donde también se notan las diferencias respecto a Toyota iQ es frente a la báscula ya que el eléctrico es 125 kg más pesado, aunque gracias al empleo de nuevos materiales y baterías este aumento se ha conseguido mantener al mínimo.

Toyota iQ EV: la clave, la eficiencia energética

El entorno ideal del Toyota iQ EV es la ciudad y las distancias cortas. Para evitar un elevado peso y grandes tiempos de recarga, la autonomía se ha ajustado al máximo con una batería de la menor capacidad posible. Por ello, la eficiencia energética se ha cuidado al máximo desde el inicio del proyecto.

En un vehículo eléctrico, el consumo energético del sistema de aire acondicionado supone un porcentaje muy elevado de la energía total disponible en la batería. Para contrarrestarlo, el Toyota iQ EV cuenta con un sistema de aire acondicionado con una bomba de calor de bajo consumo energético, en conjunción con los asientos calefactados equipados de serie para dar calor directamente a los ocupantes y un nuevo sistema desempañador de parabrisas (HWD, Heated Windscreen Defroster) para despejar el parabrisas sin la ayuda del aire acondicionado.

Como la batería es de poca capacidad, en tres horas la tendremos completamente cargada pero mediante un cargador rápida, en 15 minutos ya estará al 80% de su capacidad. La autonomía cuando la batería se encuentra completamente cargada se sitúa en alrededor de 85 kilómetros.

Toyota iQ EV: estructura y diseño exterior

El Toyota iQ EV presenta como decíamos casi las mismas dimensiones que el Toyota iQ estándar, es decir, 3.255 mm de longitud, 1.680 mm de anchura y una altura total de 1.505 mm. Su ángulo de giro, de solamente 4,1 metros, permite moverse como un ratón por la ciudad sin ningún problema.

La batería de ión-lítio se encuentra alojada en una base de acero de alta resistencia debajo del suelo del habitáculo, donde estaría alojado el tubo de escape. De esta forma no resta espacio en el habitáculo para los cuatro ocupantes ni en el maletero y se consigue un fondo completamente plano que maximiza la eficiencia energética. Además, el centro de gravedad disminuye y el reparto de pesos es más óptimo.

Exteriormente destaca por el color bitono de la carrocería, en Blanco Perlado y Negro. La parte frontal varía y en ella se aloja una tapa al lado del emblema de Toyota por donde se accede al puerto de recarga. En la parte inferior, las luces diurnas DRL y a los lados, los nuevos faros con una nuevas entradas de aire en negro brillante que sirven para canalizar el aire de refrigeración hacia la batería. Las luces traseras utilizan tecnología LED.

Toyota iQ EV: aerodinámica e interior

El Toyota iQ EV incorpora numerosas mejoras aerodinámicas en aras de maximizar la eficiencia energética. Las aberturas de la parrilla se han reducido al mínimo, y la superficie superior del capó se ha modelado para optimizar el flujo de aire sobre el frontal del vehículo. La moldura del pilar A se ha ensanchado, el borde trasero del techo se ha inclinado y las formas del pilar trasero, las ventanillas triangulares y la moldura ayudan a separar el flujo de aire por encima y por los lados del vehículo.

Las aberturas de las ruedas en el paragolpes delantero se han modelado aerodinámicamente, se han añadido carenas a las ruedas en tres puntos e incluso se ha mejorado la aerodinámica del diseño de los embellecedores de aluminio de las ruedas, exclusivos del Toyota iQ EV, para optimizar el flujo de aire por los laterales del vehículo y reducir al mínimo las turbulencias. Las extensas cubiertas del chasis inferior se alían con la parte inferior de la batería para crear una superficie plana bajo el suelo que mejora aún más la eficiencia aerodinámica del nuevo Toyota.

El interior del Toyota iQ EV también combina las tonalidades negro y blanco que hemos podido ver en el exterior. Cuenta con asientos con tapicería parcial en cuero y el cuadro de mandos exclusivo con indicadores Optitron que recuerda a componentes eléctricos. Del mismo modo, incorpora un velocímetro central con una iluminación de color variable asociada al Indicador del sistema EV, una pantalla TFT de 3.5” multiinformación, un visor compacto LCD de alto contraste y un indicador del sistema enchufable.

La pantalla TFT de 3,5” contiene una gran variedad de información sobre el vehículo. Su configuración predeterminada de fácil lectura muestra únicamente la información básica que el conductor necesita: la autonomía, el estado de carga y, mediante el Indicador del sistema EV, el estado de potencia/regeneración. En ella también se pueden visualizar otras siete pantallas: consumo energético promedio/instantáneo, consumo energético tras la recarga, información de uso de los equipos eléctricos, autonomía, velocidad promedio del vehículo/tiempo de conducción total, información de la batería del EV y configuración.

Toyota iQ EV: equipamiento de serie

Además del sistema de climatización especial con bomba de calor y los asientos calefactados, el Toyota iQ EV incorpora un sistema remoto de climatización, que permite activar el aire acondicionado a distancia con la llave cuando el vehículo está enchufado cargándose. Al reducir las temperaturas extremas en el interior mediante la activación remota del sistema cuando el Toyota iQ EV está enchufado, el consumo energético del aire acondicionado mientras se conduce disminuye considerablemente, con lo que aumenta la autonomía.

También dispone de acceso y arranque sin llave, equipo de sonido de seis altavoces, control de arranque en pendientes y todo ello sin dejar de lado la seguridad: control de estabilidad VSC y nueve airbags: dos delanteros, dos laterales, uno de rodilla del conductor, un airbag “submarino” en el asiento del pasajero delantero, dos laterales de cortina y uno de cortina trasero.

Toyota iQ EV: propulsor y prestaciones

El sistema totalmente eléctrico del Toyota iQ EV, consta de un motor/generador eléctrico de 47 kW refrigerado por aire, una batería de 150 celdas de 277,5 V y 12,0 kWh, un cargador de batería de 3 kW refrigerado por agua, un inversor, un convertidor CC/CC y un mecanismo de reducción de la velocidad del motor. Dispone de sistema de frenada regenerativa en las deceleraciones.

El par máximo transmitido a las ruedas delanteras es de 163 Nm desde cero, consiguiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 14,0 segundos y una velocidad máxima de 125 km/h.

Tres son los modos de conducción que se pueden seleccionar desde la palanca de cambios: el modo D controla el vehículo para que consuma la mínima energía posible al conducir por ciudad; el modo S mejora la aceleración para una conducción más enérgica, y el modo B maximiza el frenado regenerador para ampliar la autonomía al máximo.

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